Este
verano hemos aumentado los paisajes con uno nuevo: las piscinas. Rodeadas de
verde, resultan un lugar inmejorable (sobre todo ahora que el río lleva tan
poco agua) para leer, tomar el sol y refrescarse. Porque lo de hacer unos
largos va siendo cosa de la prehistoria (la mía, claro). A lo más que llego ya
es a hacer unos cortos. También es buen lugar para escribir, como en este
momento.
Las
fotos de la piscina no dicen nada: agua en unas dimensiones más que aceptables,
gentes que toman el sol, varias sombras de árboles y alguna hamaca para los más
pudientes (2 euros al día).
Lo
interesante es la mirada que hace un pequeño análisis de sus usuarios (y de sus
sonidos).
Hoy es
viernes. Así que aún no han “subido” de “Bilbao” todos esos aitas que trabajan en agosto. Por
consiguiente, hay tres tipos de personajes: un montón de niños de entre 7 y 12
años, que saltan al agua, corren a ratos, gritan casi siempre, y disfrutan como
los demás lo hicimos cuando todavía ni existían (para nosotros) las piscinas.
Algunos
de los niños son del pueblo. Están de “colonias abiertas” (que es como se dice
ahora). Otros, los más, son “de otras tierras” (¡qué distinto suena entonces
aquello de “no me llames extranjero”).
En
correspondencia, el segundo grupo es el de los aitites y algún que otro yayo.
Aquí, en traje de baño, sentado al sol que todo lo iguala, sólo se distinguen
entre sí cuando sus nietos los llaman.
El
tercer grupo, menor, es el de algunas “amatxus”, grupo que va creciendo a
medida que avanza la mañana y las comidas del día ya se han dejado listas para
cuando se regrese de la piscina, y, quizás, llegué algún aita de fin de semana
(que hoy es viernes, repito).
En
medio de todo esto, ¿cómo suponer que sigue habiendo ébola, Gaza, Irak,
desempleo, corrupción, ambición desmedida, abusos y… (perdón por la frivolidad
en este contexto) Bilbao Basket?
A
propósito, ¿alguien nos explicará (¿o esta vez tampoco?) lo que ha pasado-está
pasando de forma clara, sin eufemismos, medias verdades, silencios…?
No hay comentarios:
Publicar un comentario