sábado, 16 de marzo de 2019

El viaje del elefante

El viaje del elefante, de José Saramago



Por supuesto, tratándose de Saramago, es novela muy bien escrita, con una prosa fluida, sencilla, pero, a veces, profunda, directa, pero, a veces, sarcástica, llena de buenas aportaciones a la lírica.
El punto de partida no puede ser más descabellado: En la Europa del siglo XVI, Juan III de Portugal regaló un elefante indio a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria. La novela narra el viaje de ese “regalo” desde Lisboa hasta Viena.
Se lee agradablemente y a veces se tropieza uno con “sorpresas” muy perspicaces y divertidas. Como:

“El destino, cuando le da por ahí, es capaz de escribir en líneas torcidas tan bien como dios, o mejor aún.”

“En el fondo, hay que reconocer que la historia no es selectiva, también es discriminatoria, toma de la vida lo que le interesa como material socialmente aceptado como histórico y desprecia el resto, precisamente donde tal vez se podría encontrar la verdadera explicación de los hechos, de las cosas, de la puta realidad. En verdad os diré, en verdad os digo que vale más ser novelista, ficcionista, mentiroso (que historiador)”

viernes, 15 de marzo de 2019

Las lágrimas de Claire Jones


No voy a decir que “Las lágrimas de Claire Jones” me haya parecido una novela “redonda”. Hay, para mi gusto, una cierta exageración en la investigación policial, una cierta “aureola” de superwoman en la protagonista, una cierta facilidad (aunque las situaciones sean extremas, en resolver los misterios de la acción.
Pero, lo decía en otra entrada sobre Berna González Harbour, su forma de escribir es adictiva. Uno se engancha y ahí permanece hasta que termina. No he dedicado más de cuatro días a esta novela y no me he dejado ni una coma.
Quizás tenga poco de lo que solemos llamar “novela negra”, y sea, más bien, eso que ahora llaman un “policial”, pero si necesitáis buena literatura, emoción, tensión, … para pasar un fin de semana, unas vacaciones en un lugar tranquilo, unos días de jubilación gozosa, aquí’ tenéis una buena oferta.
La muerte (diversas muertes) recorre toda la novela, pero hay un texto que me ha sonado a lo más parecido que puedo imaginar eso de permanecer por toda la eternidad (o al menos un trozo de eternidad). Es éste, en el momento en que María (la protagonista) se enfrenta al cadáver de Carlos:

“Solo eran los huesos muertos, las arterias sucias y un corazón caduco que no supo hacer bien su trabajo lo que se iba en ese coche, se dijo; la valía de Carlos, sus silencios a veces más poderosos que sus palabras, su retranca, su capacidad de estar cerca sin que se le notara no se iban a ir en ese coche abarrotado de coronas ni iban a estar encerrados en una caja, sino que permanecerían con ella.”

viernes, 1 de marzo de 2019

Carvalho problemas de identidad


Carvalho, un personaje sin Escritor, ¿quién puede ser?, ¿cuál es su identidad? ¿Y Cataluña?


Carlos Zanón no es fácil de leer. Ya lo decía yo en este mismo blog hace un par de años a propósito de “Taxi”.
Para sacarle todo su jugo a esta última novela, “Carvalho problemas de identidad “ habría que conocer bien la geografía de Barcelona, tener una cultura más que mediana de música (pop, no clásica), literatura, cine,… de lo acontecido en los dos últimos años en el proceso catalán,… Y, sin ninguna duda, conocer y hasta amar a Vázquez Montalbán (sus Carvalho, Biscuter, Bromuro, Charo… y Paco Camarasa y…).
Aún sin todo ello (o con una pequeña parte) he podido disfrutar de una buena novela.
Lástima, creo, que en algunos momentos pierda tensión, en otros tenga que hacer que Carvalho sea excesivamente cáustico, brillante en su cinismo y hasta me parece que en determinados momentos se vuelve un poco pedante (Zanón, más que Carvalho).
Pero esta crítica no hace que la novela desmerezca. Creo que es una muy buena novela. Negra, muy negra.
No os perdáis ni uno solo de los matices de las relaciones enfermizas entre un hombre y una mujer que derivan siempre en relaciones de poder.
Para animaros a leerla podría multiplicar las frases “gloriosas”, los análisis lúcidos y epatantes de un montón de realidades, situaciones, personas (sobre todo los ligados al procès),… Pero, que os baste con esto (lo demás buscadlo por vuestra cuenta, que os hará bien):

- Uno nunca puede hacerse una idea de lo malos que pueden ser los niños.
- Entre la gente que hubiera debido tomar precauciones para no quedarse preñada estaría la madre de Rpusseau. Un día hemos de hacer una lista de gente cuyos padres no deberían haber tenido relaciones entre ellos.
- Esa lista ya circula por Internet. Todo lo que se te puede ocurrir a ti, Pepe, ya circula en Internet

Qué tiempos confusos éstos, Horacio, que hasta los abogados pueden ser hombre de bien

Tenemos tal crisis de identidad en el país que hasta el mes de junio no sabe quién es (a propósito de un junio sin calor)”