jueves, 27 de junio de 2013

Perdida

No es muy propio de mí recomendar una novela antes de haber terminado de leerla. No me parece nada ortodoxo. Menos aún si se trata de un best-seller. Pero, por una vez, dadas las primeras alegrías del verano y mi absoluto menosprecio por las ortodoxias, lo voy a hacer.
Estoy leyendo “Perdida” y me parece una de esas novelas “perfectas para el verano”. ágil, ligera, (quizás sean sinónimos, quizás no), bien escrita, “larguita”, suave (si uno no quiere complicar su facultad de pensar críticamente, porque, si quiere, hay materia también), de suspense, con muchos personajes-escenarios de esos que uno puede disfrutar un rato y olvidarlos en el conjunto, porque no eran estrictamente necesarios,… Y además es una novela “inteligente”, perspicaz, que podría reunir un buen número de los elementos que hacen buena una novela negra.

Bueno, ya he dicho que voy por la mitad aproximadamente. El caso es que algunos de vosotros estará pensando en qué novela meter en su equipaje para este verano. Esta puede ser una (si leéis más, las siguientes buscáis información).
Un día tengo que escribir algo sobre las múltiples formas de leer una novela. Lo digo porque ésta ha perdido para mí una parte del suspense. Desconfiaba tanto de ella que antes de empezar (500 páginas, Dios mío!) me metí a investigar y uno de esos blogs de “listillos sin alma” me dio la clave de una buna parte del suspense. La culpa fue mía, por leer sin saber dónde. Ahora bien, eso ha hecho que esté explotando un ángulo de lectura diferente que resulta sumamente interesante: ¿cómo entiende una joven autora (en definitiva una mujer) el comportamiento, la forma de pensar y sentir de un hombre? El hecho de que buena parte de la novela esté escrita desde un protagonista masculino que la cuenta en primera persona, permite esta forma de lectura. De veras que merece la pena.
Yo la he encontrado en esta dirección:

domingo, 23 de junio de 2013

De números 1

El viernes de esta semana han coincidido estos dos sabrosones titulares:
“Messi admite que sólo ha leído un libro en su vida y fue la biografía de Maradona”
“El alumno con mejor nota de selectividad estudiará  medicina, pero no descarta ser político”.
Digo yo que el día en que los números 1 en educación controlen la política de este país, los números 1 del fútbol mundial no podrán defraudar a Hacienda 4 millones… porque no los tendrán. Trabajarán con el mismo precio que los demás.
Para todos nosotros esta semana que entra será la primera del verano. ¡Ja!. Para muchos de vosotros será la última del trabajo de este curso. Y eso ya no es de risa.
Buenas vacaciones a todos los que las cojáis.



martes, 18 de junio de 2013

Ignacio Martínez de Pisón, El día de mañana.


Martínez de Pisón nos cuenta la historia de un ultraderechista y lo hace sin referencias ideológicas, sin condenas ni aprobaciones, como si contara la vida de un joven cualquiera. Es la historia de alguien que va adaptándose al medio en el que le toca vivir, buscando casi siempre la supervivencia. Es, claro está, la historia de un derrotado.

Lo que resulta más novedoso (o distinto) es que la cuenta siempre desde la visión de los testigos que viven con él. Son ellos los que, en distintas etapas de su vida, van desgranado una historia que empieza en los años 60 y acaba al final de los 70.
Son esos personajes, esos acompañantes, lo que le permiten al autor construir el ambiente, pareciera que sin pretensiones sociológicas, de un tiempo muy interesante en Cataluña, donde trascurre la acción.
La novela se lee muy bien. En muchos momentos es grato rememorar historias más o menos vividas por cada uno de nosotros (de los que somos mayorcitos) y que, posiblemente, se han quedado ya muy lejos, excesivamente lejos (por la velocidad del cambio), pero que están allí en nuestras raíces, en la construcción de nuestra juventud.

Muy recomendable.

domingo, 16 de junio de 2013

Noticias difíciles

Algunas noticias (= aquello que aparece en la prensa) pueden mantener su “rabiosa actualidad” (se dice así) durante mucho tiempo, meses incluso, o más. Si los sueldos o las pensiones suben un día, la actualidad de la noticia día, al menos, todo un año; si un día leemos en la prensa que Fulanito ha sido elegido representante del pueblo, eso dura, al menos, cuatro años; la noticia de un fraude, de una estafa, las corrupciones concretas de cualquier miembro de la realeza (pongamos por ejemplo), pueden seguir siendo noticia durante una eternidad (hasta que se resuelva judicialmente la situación, eso es: una eternidad).
Así que traigo hoy aquí unas palabras de Urkullu, que ya no serían noticia (porque aparecieron hace dos días en la prensa) de no ser por ese carácter de continuidad que tiene o puede tener lo que un día parece ser nuevo. Y las traigo porque desvelan a las claras la más absoluta proximidad del político con el ciudadano. No crea, sr. Urkullu que me cebo con usted.
Pero, cuando un político se sale del discurso escrito, puede decir cosas como éstas: (cito textualmente de El Correo) “[La creación del primer Gobierno vasco en 1936] es una referencia válida para lo que pueda ser un motivo de interpretación por parte de los partidos de cuál es el grado de consenso y responsabilidad en aras a tener un día de conmemoración, que no un día festivo del Estatuto de Gernika”.

No lo aporto aquí como mérito personal. Sólo para situarnos: resulta que un servidor tiene estudios universitarios y, además, en el terreno de la sociología y la política. Pues bien, no entiendo nada, salvo, creo, que van a quitar una fiesta (pobres trabajadores, la tendrán que buscar en otra fecha) para crear una conmemoración. Lo dicho.
Así estaba el río (el Ebro, para más datos) esta semana

martes, 11 de junio de 2013

De cháchara

En Medina hay un “club de lectura”. Tenía yo muchas ganas de ir y esta semana, por fin, he podido hacerlo. En principio tiene muy poco que ver con la tertulia literaria de Bilbao, salvo que las ganas de charlar son muy similares. ¡Cómo nos gusta la cháchara! A algunos, claro está, más que a otros.
Me ha hecho recordar que lo primero que monté en la EPO cuando llegué fue un “equipo de filosofía… de café”. Los que nos juntábamos (que lo hacíamos) charlábamos sobre cualquier tema, sabiendo siempre que lo que allí se decía no nos comprometía a nadie ni a nada.
Volviendo al club, para cuando me he querido dar cuenta ya habían hablado de la guerra, de la violencia, de cómo nos manejan, de la mili, de los yanquis, de los “mártires de Alá”… Luego, ya conmigo plenamente integrado en la charla (no he aguantado mucho sin hablar) ha salido el gobierno, la política, el aturdimiento-pasividad general de los ciudadanos, las manifas, las nucleares,  Garoña, el cole, Wert, los políticos,… La novela (no entera) de Stephan Zweig, que habíamos leído (escrita en 1938) daba igual. Todos los temas estaban allí, aunque os aseguro que os costará encontrarlos. Si queréis probar, la novela se titula “La impaciencia del corazón”.
No podré terminarla con ellos porque los martes (que es cuando se juntan)  me debo a mi compromiso con Gorabide en Bilbao, pero ha sido un grato nuy gratificante. E interesante.
Al final, y aún a riesgo de hacerles decir más de lo que ellos mismos han dicho, parece muy claro que son muchas las voces de quienes pedimos un cambio profundo en el sistema de representación política. En eso habría que trabajar.

¿También los jubilados?

viernes, 7 de junio de 2013

La ignorancia se cura leyendo (?)... depende qué

No he leído la LOMCE (vosotros tampoco), ni pienso hacerlo (vosotros tampoco). Aún recuerdo la panzada que tuve que darme con algunas de las partes de la anterior ley de “enseñanza”.
De lo que piensa y dice Wert sólo conozco lo que dice la prensa (y, casi únicamente, los grandes titulares). Además no pienso concederle el beneficio de la duda: en este caso me creo a pies juntillas lo que la prensa dice. Ni interpretaciones, ni manipulaciones, ni gaitas: lo que dice la prensa es lo que piensa Wert.
Así que ya tengo muy claro cuál es el objetivo de la LOMCE (supongo que tendrá algún más, porque algo he oído de rebajar el fracaso): nuestros niños van a saber (¡POR FIN!) quién fue Cristina de Aragón. Y tirando de ese hilo es más fácil llegar a alguna de sus decisiones más trascendentales: no se puede comprender en profundidad su figura sin contar con la Virgen del Pilar. Y eso nos lleva a Santiago (el matamoros) y nos adelanta la Cruzada. Ya lo tenemos todo. Listo este Wert, sin fisuras, íntegro. No como otros, que sólo ofrecen partes y siempre interesadas.
Vamos un poquito más en serio. Llevo más de cuarenta años (¡madre mía!, más que todo el franquismo junto) diciendo que la catequesis (del signo que sea, aunque siempre el único problema real venía y viene de la católica) debe estar siempre fuera de la Escuela. Ninguna duda. Un educador católico educará en sus valores, pero eso no conlleva la enseñanza ni la práctica en el ámbito de la Escuela.
También llevo ese tiempo (y nada me ha hecho cambiar de pensamiento) diciendo que el “hecho religioso” se ha traducido siempre en iglesias y sistemas religiosos. Son ellos los que tratan de controlar la cultura y formar parte de los poderes que dominan las construcciones sociales, las organizaciones sociales, políticas y económicas. Para bien o para mal es un juicio que depende de los valores que cada uno defendamos.
Si alguien quiere educar sin entender, valorar y criticar las organizaciones que pugnan por dominar la sociedad, se va a equivocar. Si alguien piensa que puede prescindir de la religión (las religiones) para explicar nuestro mundo (y, por tanto, el mundo del educando) se equivoca.
Lo mismo que si no quiere saber nada de clases sociales, de la economía, de la banca, del ejército, de la realeza, del estado,…
En el caso de la religión católica, prescindir de ella es una equivocación aún mucho mayor, porque nuestra cultura no se puede entender sin Pablo (san), sin la interpretación que de los griegos harán los escolásticos, sin Roma, sin…, ni sin Lutero, Calvino,…
¿Este va a ser el contenido de la asignatura de religión? Entonces, adelante.





Además, tengo que confesar que empiezo a estar preocupado de mi ignorancia. Así ocurre que pensaba yo que estaba un poco enterado del sistema judicial de este país. Pero parece que mi conocimiento se basaba más bien en las películas (americanas) que en la información, el estudio y el esfuerzo. Allá, en las pelis, el fiscal siempre es un señor que trata de demostrar que el acusado es culpable. Aquí no debe ser así, porque la fiscalía se une al defensor para decir que el juez se ha pasado con el acusado y le ha impuesto una pena que no debía.
Claro que esto sucede con la Infanta y con Blesa, y a lo mejor entonces no es cosa de mi saber, sino de algo más oscuro, donde la mayor parte de los humanos no podemos llegar. Bendito sea el conocimiento que nos dieron las películas. Estoy preocupado de mi ignorancia, pero tonto no soy (vosotros tampoco).


domingo, 2 de junio de 2013

Diferencias e igualdades

Escribo esto en la mañana del sábado y no lo subiré a mi blog hasta el domingo. Es el tributo que debo pagar al hecho de tener una conexión con Internet sumamente precaria.
Esta semana la prensa ha traído una noticia que daba cuenta de un estudio sociológico dirigido por Javier Elzo. Él fue profesor mío en la uni y fue quien me dio las primeras pistas para estudiar el tema de la Contracultura. Yo lo tengo por un sociólogo interesante, que no dice las cosas por decir, sino basándose en estudios científicos bien hechos.
Advertía de que los datos con los que contaba no eran absolutamente determinantes, pero apuntaban a un rebrote de la discriminación femenina entre nuestros adolescentes.
Esto sí que es fracaso escolar. Mucho más que los suspendidos en lengua o mates. Claro que se me todo ese rollo de la familia, la sociedad, los medios,… que, además, es cierto. Pero si la escuela no consigue rebajar los índices de discriminación, hasta erradicarla, ¿quién lo va a hacer?
Ayer por la tarde, mientras tomábamos un zurito en un bar, en la televisión se podía ver una corrida de toros. Le presté muy poca atención. A mí los toros no me gustan, me aburren y no entiendo nada, pero es lo mismo que le pasa a mucha gente con el teatro que voy a ver, las novelas que leo o la música que escucho.
Así que yo, en contrapartida, he procurado no tomar partido por nadie en este asunto. Pero, de repente, la “última suerte”, cuando el torero se preparaba para meter la espada en el toro, me hizo colgarme de la imagen. ¡Dios mío, qué salvajada!. Al pobre bicho aquel le metieron una estocada hasta la mismísima empuñadura y con ella dentro de su cuerpo estuvo durante ¿5? ¿8? Minutos. Entonces se la sacaron y todavía 2 ó 3 minutos más tarde el torero le dio, por dos veces, el descabello. Al final el toro cayó muerto, supongo. El cámara no se regodeó, pero sí tomó algunos primeros planos del animal y de su testuz. ¡Horroroso!

Pero menos horroroso (es lo que yo creo) que las declaraciones de Luis María Linde, gobernador del Banco de España, que pretende que haya trabajadores que no lleguen a ganar ni el salario mínimo. ¡Qué grandísimo sinvergüenza! (por no mentar a su madre). Entre junio y diciembre del 2012 su sueldo fue de 81.320 euros (estoy totalmente seguro de que ésta no fue más que una parte de sus ingresos), lo que da 2 millones de “las antiguas pesetas” al mes. El salario mínimo está en 645 euros por 14 pagas (no llega a 9.000 al año). Luego, llegarán informes que digan que la esclavitud no era todo lo mala que se decía y que hay quienes prefieren ser esclavos a no tener ningún trabajo. Cómo me acuerdo de aquel otro profe (Rafa Belda) que nos decía, desde una gran y tímida sonrisa picarona: “No, si yo no veo mal que haya pobres y ricos. A mí lo que no acaba de gustarme es que siempre sean los mismos. Si, al menos, cambiáramos de vez en cuando”