viernes, 22 de febrero de 2019

Berta Isla


Buena novela, aunque me ha resultado, a ratos, excesivamente reiterativa, demasiado “larga”. Pero, sobre todo (quizás por encima de la calidad de su escritura) novela para reflexionar: sobre la propia identidad, sobre el compartir dicha identidad, sobre las influencias-determinaciones del exterior (o del interior de uno mismo, que nunca se sabe). Sobre la libertad de la mujer y del hombre, sobre la soledad, sobre el significado de las apariencias.

¿Cómo vivir con un espía, cómo formar una familia con él, cuando él no puede decirte quién es? ¿Cómo vivir con una mujer, cómo formar una familia, cuando eres un espía y debes tener dos o tres o cuatro… identidades distintas? Identidades que significan lengua, geografía, trabajos, culturas, incluso parejas o familias, diferentes.

“Había descubierto que vivir en la certeza absoluta es aburrido y condena a llevar una sola existencia, o a que sean la misma la real y la imaginaria, y nadie escapa enteramente a esta última. Y que la sospecha permanente a su vez no es tolerable, porque resulta extenuante observarse sin cesar a uno mismo y a los otros, sobre todo al otro, al más cercano, y comparar con los recuerdos que jamás son fiables.”

¿Estamos determinados, por no se sabe quién (a no ser que formemos parte de las sombras determinantes) o hemos hecho dejación de nuestras responsabilidades y nuestra capacidad de reacción?

“Lo decisivo jamás se muestra, ni siquiera se comunica, o no en su momento; al contrario, se esconde y se silencia siempre, o durante muchísimo tiempo: si acaso se cuenta cuando ya no interesa, cuando es pasado remoto, y a la gente el pasado le trae sin cuidado, cree que no le afecta y que no puede cambiarse, y lleva razón en esto último”.
“No hay coartada comparable, la dejación permanente justificada por el deber.”

Visión pesimista, hay quien dice que realista, del mundo en el que estamos y las fuerzas ocultas, “la sombra” que lo mueve.

“Quienes actúan envueltos en niebla y de espaldas al resto, y no reclaman ni necesitan reconocimiento, esos son los que turban más el universo. Muy escasamente,  cierto. Es lo máximo a lo que podemos aspirar los individuos, para no ser tristes desterrados completos.”

Todo esto y mucho más.

martes, 12 de febrero de 2019

Microrrelato


Hace ya muchos años que esta especie de microrrelato ronda mi cabeza. Por qué ha surgido ahora es un tanto misterioso, aunque quizás sea únicamente el fruto de una conversación sobre microrrelatos, concursos, ….
No he podido resistirme a darle forma y escribirlo. En esta entrada y, a partir de ahora, entre los escritos a los que se accede desde la columna derecha de este blog.

Frotó la lámpara y apareció el Genio.
- Mándame que cumpla uno solo de tus deseos y así lo haré. Tienes 30 segundos.
Y, luego, ante su indecisión, apremió:
- Sólo te quedan 3 segundos.
- ¿Tres segundos sólo? ¡¡¡Mierda!!!
Y el Genio acató la orden. Se la había dado dentro del tiempo señalado.