sábado, 22 de agosto de 2020

Ladrilleros

 

Hoy traigo aquí una novela muy diferente de las que acostumbro a leer. Se trata de “Ladrilleros”, de Selva Almada.

Selva Almada es una novelista argentina de casi 50 años. Premiada y muy valorada por algunos críticos, no sólo argentinos, sino también de otros países a cuyas lenguas ha sido traducida.

Una vez más me planteo cómo recoger en mi “agenda” los lugares de los que guardo recomendaciones para leer. De esa forma sabría a quién sí debo hacer caso. Pero, una vez más no recuerdo dónde encontré la recomendación de leer “Ladrilleros” o “El viento que arrasa”, su novela anterior y que no tardaré en leer.

Porque ésta es una novela de las que merecen la pena.

En uno de los “barrios desfavorecidos” de un pueblo del interior, los “machos alfa” de dos familias enemigas pelean entre ellos hasta la muerte.

Y a partir de ahí, apoyándose a veces en lo mejor del “realismo mágico”, la autora profundiza  en el tejido social en el que se mueve el conflicto, en el mundo de la masculinidad, en el papel de las madres, en el amor erótico entre los machos, en el gozo del sexo, …

Novela dura, pero con un clima de cariño por los personajes, de comprensión,… Mucha novela, en pocas páginas, como a mí me gusta.

Os la recomiendo encarecidamente, a pesar de que los argentinismos, siempre presentes en los diálogos y en las descripciones, a veces disipan a un lector de estas tierras.

Y, cuando la acabéis, podéis leer la entrevista que le hacen en  https://www.infobae.com/america/cultura-america/2019/11/09/selva-almada-como-escri.tora-siempre-me-dio-mucha-curiosidad-el-universo-de-los-varones/.

lunes, 10 de agosto de 2020

Aviso de muerte

En la misma línea de la novela anterior, “Aviso de muerte (Anne Capestan, 2)”, continúa narrando las investigaciones de ese grupo alocado que conforma una brigada policial, cuanto menos, estrafalaria.

De nuevo humor e intriga marchan en paralelo. A veces Sophie Hénaff está al borde del exceso.

Pero, es que después de las premisas con las que ha creado esta brigada S. Hénaff deberá estar muy atenta a no deslizarse por el terreno de la astracanada, si no quiere que el relato se le vaya de las manos,

El equilibrio es difícil, pero sin él sus novelas dejarán de ser relatos de lectura agradable, de buena prosa y de construcción más que interesante.

Espero a su tercera entrega. Ahora, posiblemente, necesito algo un poco más duro.