Vaya tomadura de pelo. Acabo de terminar de leer "Las perlas
peregrinas" de Manuel de Lope. Casi 300 páginas (que hoy van sin foto
para que no se engañe nadie de esos que sólo ven las imágenes): las 200
primeras amagando con la promesa de una novela (de las de
abogado-detective) distinta, fresca, interesante, a ratos muy bien
escrita...; y las 100 últimas una auténtica tomadura de pelo. Nada de
nada. Menos mal que las 80 últimas me las he leído en vertical.
No
lo contaría (el fiasco anterior me duró 15 ó 20 páginas y luego lo
abandoné) si no fuera porque se trata de una novela finalista del
Premio Primavera de 1999 (ya un poco lejano, lo que hae la novela más
nostálgica, cuando todos los enriquecimientos criminales están en
pesetas).
El Premio Primavera lo concede la Editorial Espasa
Calpe. Y eso me lleva a recordar que la última vez que me mosqueé
seriamente con una novela era premio Planeta.
Ambas a dos son
novelas fáciles de leer, con una prosa ágil y rimbombante, un tanto
escandalosas, pero vacías y engañosas como pocas. Engañosas por lo que
prometen y no dan, que cuando no hay promesas no hay engaño.
¿Habrá alguna relación entre los premios literarios y la pura publicidad?
No os embarquéis en la lectura del peregrinar de estas perlas, porque lo que resulta peregrino es el pensamiento del autor.
lunes, 25 de marzo de 2013
sábado, 23 de marzo de 2013
Las criadas
Ayer por la tarde en el Arriaga vi "Las criadas" de Jean Genet. Obra de texto, de texto duro, complicado y díficil de seguir. Obra de texto muy interesante.
Hay que agradecer a la puesta en escena que esté al servicio del texto, que no te despiste más, que juegue con los elementos estrictamente necesarios para remarcar dónde (más sociológico que local) se lleva a cabo la acción.
Había un entradón y es posible que para hoy ya no haya entradas. Si aún tenéis algún hueco deberíais aprovecharlo.
Ayer -os lo comento, por si acaso- hubo dos problemas añadidos. El texto exige muchísima atención y en el patio de butacas no hubo el silencio adecuado. Excesivos carraspeos, que, posiblemente, no hacen sino demostrar en Bilbao, una vez más, que el público está cambiando (y no a mejor), que hay demasiada gente que va al teatro sin saber dónde va. Sólo dos sesiones no dejan que corra el boca a boca que va delimitando (por ejemplo en el cine) si una obra me interesa o no.
El segundo problema viene dado por la dificultad de seguir a una de las actrices de habla hispana. Tiene una muy buena dicción, pero cuando el diálogo adquiere una rapidez endiablada, cuesta más seguirla.
Dos grandes actores a los que no conocía: Fernanda Orazi y Tomás Pozzi.
Esto es parte del folleto: "Desde la crisis, sin escenografía, ni vestuario sólo con los actores y la luz nos proponemos contar la rabia de estas criadas, que es la de todo aquel que se ha visto sometido a la lógica impune de algún superior"
Hay que agradecer a la puesta en escena que esté al servicio del texto, que no te despiste más, que juegue con los elementos estrictamente necesarios para remarcar dónde (más sociológico que local) se lleva a cabo la acción.
Había un entradón y es posible que para hoy ya no haya entradas. Si aún tenéis algún hueco deberíais aprovecharlo.
Ayer -os lo comento, por si acaso- hubo dos problemas añadidos. El texto exige muchísima atención y en el patio de butacas no hubo el silencio adecuado. Excesivos carraspeos, que, posiblemente, no hacen sino demostrar en Bilbao, una vez más, que el público está cambiando (y no a mejor), que hay demasiada gente que va al teatro sin saber dónde va. Sólo dos sesiones no dejan que corra el boca a boca que va delimitando (por ejemplo en el cine) si una obra me interesa o no.
El segundo problema viene dado por la dificultad de seguir a una de las actrices de habla hispana. Tiene una muy buena dicción, pero cuando el diálogo adquiere una rapidez endiablada, cuesta más seguirla.
Dos grandes actores a los que no conocía: Fernanda Orazi y Tomás Pozzi.
Esto es parte del folleto: "Desde la crisis, sin escenografía, ni vestuario sólo con los actores y la luz nos proponemos contar la rabia de estas criadas, que es la de todo aquel que se ha visto sometido a la lógica impune de algún superior"
viernes, 22 de marzo de 2013
Las cláusulas suelo
Dice el Supremo que
puede haber cláusulas suelo que no sean abusivas. Ya sabíamos al servicio de
quién ha estado siempre. Algunos no teníamos ninguna duda, aunque nos quedara
alguna esperanza.
Recuerdo muy bien cómo
han sido mis solicitudes de un crédito hipotecario. Ibas al banco (a la caja),
pedías, te daban las condiciones (gastos de apertura, interés de la deuda,
tiempo, gastos de levantamiento de la hipoteca,…), y te dejaban contrastarlas
con las del banco de al lado. Luego tú elegías las que menos mal te venían y
tragabas lo que hubiera que tragar (aunque cada peseta se hubiera convertido en
dos y media al final del plazo de vida del crédito). Qué remedio. Siempre, es
verdad, podías elegir primero ahorrar y luego comprar (sólo tenías que dedicar
al piso algo así como tu sueldo íntegro de los próximos 15 años), o seguir
viviendo en casa de tus padres, o pagar (si encontrabas) un más sangrante aún
alquiler.
Supongo que los
sucesivos notarios, ante los que firmé mis hipotecas, me informaron fielmente
de que el Euribor más no sé cuál interés tenía un suelo, es decir no podía ser
menos de un porcentaje fijo (salvo la primera de mis hipotecas que fue anterior
a la existencia del Euribor).
Así que yo era libre
(¿lo puedo escribir con mayúsculas: LIBRE?) de aceptar o no y además era lo
suficientemente inteligente como para saber lo que hacía y no venir quejándome
después.
Así que el Banco de
España les vende dinero a ellos a un 1%, para que ellos me lo vendan a mí al
triple. Mi gran error siempre ha sido no haber estudiado para intermediario.
Estoy muy cabreado con
este asunto desde hace más de tres años. Lo había dado por perdido… pero que
encima venga ahora (una vez más) el Supremo y nos hable de la libertad del
consumidor, de la justicia de la banca, del servicio a los que pedimos (y
pedimos, y pedimos, y pedimos,,,).
No importa mucho porque
hoy mismo empiezan las vacaciones.
Como tendréis unos ratos,
voy a cambiar el relato “La primera vez” por la última versión que escribí para
un concurso. Se sigue titulando igual, pero es un poquito más largo.
miércoles, 20 de marzo de 2013
Aúpa Bilbao Basket
Paso de gigante en Kiev ante Budivelnyk:83-93
UXUE BILBAO BASKET
|
93
|
||||||||||||||||
N
|
Nombre
|
Min
|
P
|
T2
|
T3
|
TL
|
R.T.
|
RD
|
RO
|
AS
|
BR
|
BP
|
TF
|
TC
|
FP
|
FR
|
VAL
|
6
|
ZISIS, NIKOS
|
19:39
|
14
|
4/4
|
2/3
|
-
|
1
|
1
|
|
|
|
1
|
|
|
3
|
4
|
14
|
7
|
RAKOVIC, MILOVAN
|
12:15
|
2
|
1/4
|
-
|
-
|
2
|
2
|
|
|
|
|
|
|
3
|
|
-2
|
8
|
PILEPIC, FRAN
|
13:50
|
|
0/1
|
-
|
-
|
|
|
|
|
|
|
|
1
|
4
|
|
-6
|
11
|
HAMILTON, LAMONT
|
27:14
|
26
|
9/14
|
0/1
|
8/10
|
8
|
5
|
3
|
|
1
|
2
|
|
1
|
3
|
7
|
28
|
15
|
MUMBRU, ALEX
|
33:26
|
14
|
4/9
|
1/4
|
3/6
|
2
|
|
2
|
7
|
1
|
2
|
1
|
|
2
|
4
|
14
|
17
|
HERVELLE, AXEL
|
20:51
|
4
|
2/3
|
0/1
|
-
|
3
|
3
|
|
3
|
|
|
2
|
|
1
|
3
|
12
|
18
|
MOERMAN, ADRIEN
|
19:22
|
8
|
1/2
|
2/3
|
-
|
5
|
2
|
3
|
3
|
2
|
1
|
|
|
1
|
|
14
|
24
|
SANCHEZ PEREZ, SERGIO
|
02:01
|
|
-
|
-
|
-
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
31
|
LOPEZ, RAUL
|
22:27
|
5
|
1/1
|
1/3
|
-
|
2
|
1
|
1
|
6
|
|
2
|
|
|
4
|
1
|
6
|
33
|
SAMB, MAMADOU
|
DNP
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
-
|
34
|
VASILIADIS, KOSTAS
|
28:55
|
20
|
3/4
|
4/7
|
2/2
|
5
|
5
|
|
3
|
|
1
|
|
|
2
|
3
|
24
|
|
Total
|
|
93
|
25/42
|
10/22
|
13/18
|
33
|
22
|
11
|
22
|
4
|
9
|
3
|
2
|
23
|
22
|
109
|
lunes, 18 de marzo de 2013
Dejarte decir
Podéis verlo
en las fotos: en Medina de Pomar, lugar al que me lleva últimamente mi
peregrinaje de fines de semana (y de entre-semana) han sido días de nieve y
frío. Entre partido y partido, tardes para descansar, pasear un poco (que te de
el aire, ya sabes), leer… Leer todo lo que cae en las manos. Y dejarte decir
cosas, sin darle demasiadas vueltas a la cabeza.
“XL
Semanal” traía, entre otras cosas sendas entrevistas a Ricardo Darín (el actor)
y a Gunter Pauli, economista, gurú de la “economía azul”. Extraigo unas frases
de ellas:
“No hay que dividir el mundo entre lo bueno y
lo malo. Aceptemos siempre que podemos hacerlo mejor. Y para ello, tenemos que
analizar menos los problemas y centrarnos más en nuestras posibilidades”, dice Pauli. Y, aunque yo sí
creo que hay que discernir lo malo, quizás tenga razón en lo de centrarnos en
nuestras posibilidades. Merece la pena leer lo que opina de las posibilidades
de la crisis por la que nos están haciendo pasar.
Y dos
frases de Darín:
“Nos estamos acostumbrando a que sea normal
lo que es común, y común no es lo mismo que normal. Nos hemos acostumbrado a
vivir con naturalidad la corrupción, es espeluznante”.
“Me gusta esa cosa de la ancianidad, cuando
nada te importa demasiado y te permites el lujo de decir lo que te apetece. Me
parece fabuloso y yo voy camino de eso.”
miércoles, 13 de marzo de 2013
La novela sucia: las niñas perdidas
No sé si existirá el subgénero “novela sucia”. Nunca
he oído hablar de él, pero habrá que empezar a pensar en crearlo. Cada vez es
más frecuente que llegue a mis manos una novela basada en un crimen “sucio”,
tan sucio que es capaz de manchar hasta el propio concepto de “humano”.
Son novelas que sin perder de vista el ambiente, la
sociedad en la que tiene lugar el crimen, sin dejar de ser críticas con esa
sociedad, ponen el foco iluminando preferentemente a unos individuos que matan
sin ningún objetivo que se encamine a mantener o a adquirir un status social,
político o económico. Simplemente satisfacen sus propios apetitos. Sin embargo,
tampoco buscan un análisis sicológico del criminal.
Son asesinatos generalmente sádicos que buscan el
placer, ensuciando todo lo que de humano pudiera haber en ellos y en sus
víctimas: la pederastia más brutal, el abuso infantil que acaba, incluso de la
manera más cruel y vejatoria, con la vida de quien lo sufre.
Y, si en la novela negra (Markaris, por ejemplo) a
veces llegamos a simpatizar con los asesinos a sueldo, en estas que llamo “sucias”
deseamos que el asesino sea castigado lo más rápido y atrozmente posible.
“Las niñas perdidas” de Cristina Fallaras (novela
ganadora del premio especial del director de la Semana Negra de Gijón, 2011) es una novela de arcadas, para estómagos fuertes.
Irregular, a mi modo de ver: con páginas que se acercan vivamente a la
detective (embarazada y cercana al parto) que debe investigar el asesinato de
dos niñas; y con páginas que guardan tanta rabia que me he perdido un poco a la
hora de seguirlas. A todas esas “instrucciones para matar un pez, un hámster,
un perro…”, sólo le faltan las “instrucciones para matar una niña”. ¿O no le
faltan?
Drogadictos, prostitutas, mafiosos del Este y del
Oeste, grandes profesionales liberales, burgueses adinerados, hombres de
negocios,… todos son corresponsables, co-autores en un grado u otro del crimen
más espantoso. No se salva ni la madre que las parió.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)