Acabo de leer “La balada de los
miserables” de Aníbal Malvar.
Tres joyitas:
“A las
buenas intenciones indocumentadas se las debía gravar con impuestos”
“- Te
apuesto a que no es payo.
- ¿Es
demasiado listo?
- No seas
racista”
“Se creen
que contagiando a su vecino se van a curar del mal de la miseria. Si no supiera
que sólo son pobres, diría que lo que son es tontos del culo”
La belleza de su lenguaje sin perder
nada de la crudeza que la realidad de los hechos le está pidiendo; ese
magnífico juego de cambio de narrador, dando la palabra omnisciente a cualquier
ser, animado o inanimado, de tal forma que sin perder un ápice del desarrollo
del relato, va dejándonos entrever, con unas simples pinceladas muchas veces,
cómo es el personaje-actor-relator, o cómo se pueden ver los hechos desde
perspectivas bien diversas; su ritmo que no permite que el interés decaiga en
ningún momento; …
Quizás el final, la resolución de la
historia, es excesivo, aunque el autor lo quiere así. A mí no me ha convencido
del todo. Es por eso que la novela no me parece “redonda”. Habrá gustos para
todo.
Y, además, aprovechando el día de hoy, si alguien quiere un homenaje a la mujer...
Tengo para mí una clasificación de
autores. Cada uno tiene la suya. En la mía hay autores que compiten en la
champions: en su primera división Padura, y Lemaittre; en la segunda para pasar
a primera los difuntos Manskell, Izzo y Chirbes y los vivos Zanón, Mesa,
Markaris, (alguno que se me escapa en este momento) y, a partir de ahora,
Malvar.
También tengo una catalogación por
géneros. Hay un género que es “ya he terminado esta novela, ¿dónde encuentro la
siguiente de las que has escrito?”, o ¿cuándo publicas la próxima?. “La balada
de los miserables” pertenece a este género.