jueves, 8 de marzo de 2018

La balada de los miserables


Acabo de leer “La balada de los miserables” de Aníbal Malvar.
Tres joyitas:
“A las buenas intenciones indocumentadas se las debía gravar con impuestos”
“- Te apuesto a que no es payo.
- ¿Es demasiado listo?
- No seas racista”
“Se creen que contagiando a su vecino se van a curar del mal de la miseria. Si no supiera que sólo son pobres, diría que lo que son es tontos del culo”
La belleza de su lenguaje sin perder nada de la crudeza que la realidad de los hechos le está pidiendo; ese magnífico juego de cambio de narrador, dando la palabra omnisciente a cualquier ser, animado o inanimado, de tal forma que sin perder un ápice del desarrollo del relato, va dejándonos entrever, con unas simples pinceladas muchas veces, cómo es el personaje-actor-relator, o cómo se pueden ver los hechos desde perspectivas bien diversas; su ritmo que no permite que el interés decaiga en ningún momento; …
Quizás el final, la resolución de la historia, es excesivo, aunque el autor lo quiere así. A mí no me ha convencido del todo. Es por eso que la novela no me parece “redonda”. Habrá gustos para todo.
Y, además, aprovechando el día de hoy, si alguien quiere un homenaje a la mujer...
Tengo para mí una clasificación de autores. Cada uno tiene la suya. En la mía hay autores que compiten en la champions: en su primera división Padura, y Lemaittre; en la segunda para pasar a primera los difuntos Manskell, Izzo y Chirbes y los vivos Zanón, Mesa, Markaris, (alguno que se me escapa en este momento) y, a partir de ahora, Malvar.
También tengo una catalogación por géneros. Hay un género que es “ya he terminado esta novela, ¿dónde encuentro la siguiente de las que has escrito?”, o ¿cuándo publicas la próxima?. “La balada de los miserables” pertenece a este género.

No hay comentarios:

Publicar un comentario