domingo, 24 de noviembre de 2013

No a la violencia contra las mujeres

Hoy quiero unir la palabra de mi blog a la lucha por la eliminación de la violencia contra la mujer. Y lo hago,  de forma sencilla, copiando un par de trozos de esta web: http://www.un.org/es/events/endviolenceday/.
El que quiera de vosotros podrá encontrar en ella más información.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
25 de noviembre

¿Por qué este Día internacional?

Debido a que:
·         La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos
·         La violencia contra la mujer es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género
·         La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad
·         La violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar. La prevención es posible y esencial
·         La violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida.

La fecha del 25 de noviembre se eligió para conmemorar a las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961)

Hechos y cifras

·         Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida
·         Entre 500.000 y 2 millones de personas se calcula que son víctimas cada año de trata, lo que las lleva a la prostitución, a realizar trabajos forzados, a la esclavitud o a la servidumbre, Las mujeres y las niñas representan alrededor del 80% de esas víctimas

·         Se calcula que más de 130 millones de mujeres y niñas que viven hoy en día han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina, sobre todo en África y en algunos países de Oriente Medio

sábado, 23 de noviembre de 2013

Nos queda la palabra

Vivimos estos días la enorme paradoja de la casi continua presencia de quien está ausente desde el lunes. Y duele. Duele su ausencia en cada esquina, en cada momento, en cada trozo de la casa y en el planear de cualquier actividad.
Poco a poco, suponemos, el tiempo irá colocando su presencia en lugares acotados, determinados, allá donde el dolor se trasformará en melancolía.
Esta ausencia presente no deja de ser la más dura verdad de la muerte, vista desde este lado, desde el lado de quienes seguimos vivos. Ésta no es su primera manifestación, sólo la más cercana en el tiempo. Pero es una manifestación que se repite con mayor frecuencia cada vez. Y nunca tiene sentido ni explicación que conforme a nuestra voluntad individual y personal. Sólo queda seguir mirando la vida, vivirla, mientras sea posible.
Y en el terreno de la vida recuerdo que hace unos días me dije a mí mismo que hoy mi blog debía hacerse cómplice del “Día de la Palabra”, tal como explico un poco más abajo.
Porque aunque la muerte nos deje mudos en el dolor, en el resto de la historia siempre nos quedará la palabra. Repasad aquello de:

Me queda la palabra

Si he perdido la vida, el tiempo, todo 
lo que tiré, como un anillo, al agua,
 
si he perdido la voz en la maleza,
 
me queda la palabra.
 

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
 
lo que era mío y resultó ser nada,
 
si he segado las sombras en silencio,
 
me queda la palabra.
 

Si abrí los labios para ver el rostro
 
puro y terrible de mi patria,
 
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
 
me queda la palabra.

                    
Blas de Otero

Hace unos días recibí un e-mail del “Museo de la Palabra” con esta comunicación:
Con motivo del aniversario de la creación del Museo de la Palabra, se ha determinado el día 23 de Noviembre como Día Internacional de la Palabra como Vínculo de la Humanidad, (lema éste del Museo de la Palabra).
En su página web aclaraban:
La proclamación frente a la ONU, del 23 de Noviembre, como Día Internacional de la Palabra, es una iniciativa de la FUNDACION CESAR EGIDO SERRANO, que consciente de la necesidad del dialogo, como herramienta fundamental para la erradicación de toda violencia, desea concienciar a toda la sociedad, con este concepto que constituye a su vez la piedra angular de sus objetivos fundacionales, y que sin duda es el único camino hacia una paz duradera entre los pueblos, sin discriminación de ideas políticas o religiosas.
Y su mensaje terminaba:
Puedes además adherirte a la propuesta aquí:
http://www.dayofwords.com/es/adhesiones/particulares/anadir
Más información aquí:
http://www.fundacioncesaregidoserrano.com/es/

http://www.museodelapalabra.com/es/

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Adiós, Noa

Noa ha recorrido ya todo su camino.
Nos acompañó en un buen trecho del nuestro.
Se lo agradecemos.
La recordaremos siempre.


lunes, 18 de noviembre de 2013

Huesos en el jardín y primera nevada

Me parece que no merecería la pena perder el tiempo en reflexionar y escribir sobre “Huesos en el jardín” de Henning Mankell, su última publicación en castellano. Pero, como supongo que algunos de vosotros seguisteis la historia y los casos de Wallander con el mismo interés que yo, no estará de más que alguien os prevenga… antes de gastaros no sé cuántos euros.
“En principio, Huesos en el jardín es una novela corta que se editó para el público de los Países Bajos en el año 2004 como obsequio a los lectores que adquirieron novelas del autor”, leo en Internet.
 ¿Qué interés habrá podido tener Mankell en permitir que se publique este “libro extraviado” y encontrado años después de acabar con la serie de Wallander? De los intereses que mueven a sus editores no tengo ninguna duda: aumentar la cultura de los lectores. No nos vaya a faltar algo.
Esta es, para ser benévolo, una “novela menor”. Y no sólo por lo que pueda significar en el desarrollo de la serie, sino en su consideración de novela, sin más, novela sin adjetivos.
Se lee rápida y fácilmente. Y ya está; no hay nada más: una investigación detallada que apenas logra interesar y ninguna incursión en la sociedad sueca del 2002, año en el que ocurre la acción. O muy poco más.
Puntualizo: “ni como novela, sin más, sin adjetivos”. Y es que esta semana he asistido en Bilbao a una tertulia literaria sobre “Máscaras” (ya sabéis: de Leonardo Padura). Y en ella, en la tertulia, he “aprendido” (quizás mejor recordado) tres cosas:
Lo primero de todo, que en un ambiente de lectores experimentados y “empedernidos”, casi nadie era lector de “novela negra”. ¿Por qué?
Además, casi todo el diálogo giró en torno al “adjetivo” (“subgénero literario”?) negra. En lugar de insistir y profundizar en el hecho de que “Máscaras” es una gran novela. Así, sin adjetivos. Si yo os explicara por qué…
Mi tercera reflexión tiene que ver con esa especie de minusvaloración (¿me permitís llamarla “analfabeta”, porque se basa en la ausencia de lectura y escritura?) de dicho “subgénero”. Es, posiblemente (aunque a mí me duela más), la misma que se incluye al catalogar a una novela como histórica, bélica, de amor, de ciencia ficción… Por el contrario, hay otras novelas que nadie cataloga, a las que nadie les añade un adjetivo. Y esas sí que son novelas. ¿Olvidamos que El Quijote es una “novela de caballería”?. La explicación, en buena medida, está en el analfabetismo, del que hablaba un poco antes.

Quizás, los que amamos el “negra” de la novela, tengamos que dejar de hablar de Padura, Markaris, Vázquez Montalbán, Hammett, Thompson, y tantos otros, como “negros”, para llamarles simplemente novelistas. Quizás así algunos lectores con prejuicios llegarían a disfrutar de auténticas obras literarias.

Así ha sido la primera nevada de la temporada en Medina. Y aún era 15 de noviembre.

lunes, 11 de noviembre de 2013

No me registren, por favor

Pensar que uno sabe cómo piensa el otro, cómo siente, cómo es, … significa moverse en un  terreno resbaladizo, proclive a los equívocos, las equivocaciones y los errores.
Con las matizaciones que esta primera afirmación deberían imponerme, me atrevo a afirmar que mi pensamiento filosófico, social, político, económico y hasta teológico está lejos del de Joseba Arregui.
Sin embargo, eso no es óbice para reconocer que acaba de escribir un artículo de opinión en El Correo que me ha parecido sumamente inteligente, valioso, e interesante: “No me registren, por favor”. Y, yendo aún más lejos, creo poder afirmar que si su manera de pensar el euskera fuera común entre quienes defienden, practican y hacen militancia del euskera (aunque la estructura gramatical no sea correcta) podrían contar conmigo, siempre. Incluso cuando algunos matices nos hicieran diferir en las posturas a adoptar.

Si queréis, podéis leerlo en:   http://paralalibertad.org/no-me-registren-por-favor/. Deberíais hacerlo.

Bilbainos ilustres




El CENTRO FORMATIVO OTXARKOAGA ha sido nombrado BILBAÍNO ILUSTRE

Espero que nadie se moleste por haberle robado una noticia de su página web (http://www.otxarkoaga.org/cas/index.aspx).

Copio aquí el mensaje que acabo de mandar a la Escuela.

Y lo hago por dos razones: porque es una forma de hacer pública mi todavía conexión con mucha de la gente que trabaja allí (aunque casi ni nos veamos, ni nos oigamos) y porque hay unos cuantos que –creo- ya no siguen allí, aunque allí trabajaron, y sí siguen mi blog. Con ellos también estoy conectado.
Quiero sumarme a las muchas -supongo- felicitaciones que habréis recibido estos días tras ser nombrados "Bilbaínos ilustres".
Aunque me duela, desde mi pertenencia geográfica a un pueblo, cerca del cual se encuentra Bilbao, que todavía no hayáis llegado a "ilustres sestaotarras", comprendo que vuestra imposibilidad de haber nacido y crecido en un pueblo como Dios manda, hace que el título que os han concedido (un poco NOS han concedido) sea motivo de orgullo para todos vosotros. Para unos más y para otros menos, pero para todos.
Un abrazo sincero.
Andrés.

Y, ahora, me permitiréis hacer dos consideraciones, que desbordan un poco el ámbito de la noticia y se extienden a lo largo de muchos años por el recorrido de la Escuela.
ilustre.  (Del lat. illustris).
1. adj. De distinguida prosapia, casa, origen, etc.
2. adj. Insigne, célebre.
3. adj. Título de dignidad. Al ilustre señor.

No me dice mucho, no me interesa demasiado el “ilustre” en ninguna de las acepciones admitidas por la Real Academia. Me interesa mucho más ilustrar:

ilustrar.  (Del lat. illustrāre).
1. tr. Dar luz al entendimiento. U. t. c. prnl.
2. tr. Aclarar un punto o materia con palabras, imágenes, o de otro modo.
5. tr. Instruir, civilizar. U. t. c. prnl.

Esto sí que tiene que ver directamente con lo que muchos hemos tratado de hacer en ese centro educativo. Y, luego, está la Ilustración: la época de la libertad política (las constituciones), sociales (fin de la esclavitud), de los derechos humanos, el fin de las monarquías,… Sólo falta la libertad universal (o sea para todos) económica.

Que todos seamos ilustres.