viernes, 28 de mayo de 2021

Lectura fácil

 

“Lectura fácil” de Cristina Morales es el libro ganador del premio Herralde 2018. Manuel Sanz Lázaro nos sitúa muy bien en la narración

Una novela que se sale de lo habitual, de lo correcto, tanto en el tema como en la estructura y en la elección de los protagonistas. Cuatro mujeres comparten un piso tutelado en Barcelona, además de tener en común una discapacidad intelectual: son subnormales, así se definen ellas mismas o discapacitadas o personas con necesidades especiales.

Cristina las dota de un lenguaje propio y las pone en el centro del Estado asistencial. El objetivo es controlar sus vidas. Lo hace para protegerlas, para dotarlas de una urna transparente en la que ellas pueden ser autogestoras de sus propios deseos pero sin romper el cristal, sin mancharlo porque el cristal sirve para que ellas vean la sociedad que les rodea y “cuida”, pero también para los que estamos al otro lado y les veamos a ellos y nos «sintamos satisfechos y orgullosos» de nuestra custodia y protección. La vida está fuera y el Estado con su red de asistencia decide cómo, cuándo y en qué forma estas mujeres pueden ir y venir en libertad.

 Cristina Morales ha hecho una lectura coral y con mucha ironía. Seguro que más de un lector siente que le crece la incomodidad al leerla, quizá se sienta retratado y no pueda evitar levantar la vista del libro y ver si alguien cerca ha notado su malestar. El libro retrata todo el mundo de “progres” subvencionados y saca de la oscuridad a unos personajes que casi nunca tienen voz, dependen de su tutor legal hasta para elegir sus momentos de esparcimiento o para elegir el  tipo de ocio que quieren tener. Unos personajes que buscan su propia libertad y van a tener que pagar un precio muy alto. El estado asistencial con sus elementos represores actúa para garantizar su desarrollo personal y su integración en una sociedad democrática incluso sin preguntar a los interesados si desean pertenecer a ese Estado.”

“Lectura fácil” es una novela extraña, por la forma en que está escrita y por su temática; es una novela rara porque (creo) no será fácil ni catalogarla ni encontrar semejanzas en la novela española actual; y es una novela difícil por las “teorías” que en ella pugnan, por la profundidad de sus reflexiones y porque ataca muchas de nuestras seguridades intelectuales.

“Lectura fácil” es una novela atractiva porque es diferente  y por su “sinceridad”; es comprometedora hasta decir: “a ver si la acabo y me olvido de ella, que aquí hay mucho tomate” (y por eso no seré yo quien la recomiende, aunque por todo lo demás sí).

Es totalmente recomendable para machistas y feministas, revolucionarios, anarquistas y social-demócratas. Impagable para los servicios sociales.

Además (aunque hay muchas otras cosas) están esas actas de las reuniones del Ateneo anarquista que son para no perdérselas.

Añado que algunos ratos me ha aburrido.

Si alguien se anima a leerla, que no se eche para atrás si llegado a la página 40 (es mi límite para dejar una novela o seguir con ella) aún no se siente enganchado. Sigue, que no te arrepentirás.


miércoles, 19 de mayo de 2021

El Evangelio según María Magdalena

 

Todo pensamiento acaba siendo convertido en mercancía para su propio beneficio por los comerciantes de ignorancias.”

“Aquello que pudo ser revolución contra lo establecido se va convirtiendo en otra forma de lo establecido, de una costumbre llamada ignorancia.”

Y desde este supuesto doble, que es uno solo, María de Magdala va desgranando su vida y la vida pública de Jesús el Nazareno.

Realmente es Cristina Fallarás, disfrazada de la Magdalena la que reescribe el evangelio, desde una perspectiva feminista, sin evitar la polémica (en la que supongo se verá envuelta su novela en no mucho tiempo. A no ser que, los que pueden seguir creando ignorancia, consigan que pase en silencio), de forma tan combativa como poética.

No es una novela fácil. Aunque yo la he leído en dos “asaltos”, es una novela de lectura pausada, compleja y pensada. Es una novela complicada, que, a lo peor, no removerá nada porque lo que trata de remover necesita mucha más “dinamita” que una simple novela.

Se trata de eso: de una novela. Al menos así lo ha querido su autora que, de ninguna manera, se ha enzarzado en la construcción de un ensayo riguroso y sesudo. Se trata de una novela de grata lectura, de una novela digna porque hay asuntos que se pueden tratar novelando.

Ella toma partido sobre cuestiones nada baladíes: quién fue y qué pretendía Jesús el Nazareno, quiénes eran y qué pretendieron sus discípulos. Cómo y por qué se empieza a formar una iglesia. La misma que sigue existiendo sobre la base de Simón Pedro.

Cristina Fallarás no ha defraudado nada la curiosidad que despertó en mí cuando vi su novela en los escaparates. Tampoco mi consideración de que escribe muy bien.

El largo adiós

 

“El largo adiós”, de Raymond Chandler, es una de las obras clásicas de la novela negra. Escrita en 1953, representa el momento más álgido de uno de los detectives más famosos de la literatura universal: Philip Marlowe

Él mismo se define asi: Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero. He estado en la cárcel más de una vez y no me ocupo de casos de divorcio. Me gustan el whisky y las mujeres, el ajedrez y algunas cosas más. Los policías no me aprecian demasiado, pero hay un par con los que me llevo bien. Soy de California, nacido en Santa Rosa, padres muertos, ni hermanos ni hermanas y cuando acaben conmigo en un callejón oscuro, si es que sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo.”

Así que poco más que añadir por mi parte.

Quizás que, en una novela centrada en la amistad, quedan en entredicho los ricos, los periodistas, los dentistas, los médicos, la policía, la ley, los ciudadanos americanos, los negocios, los… Y todo escrito con una gran mordacidad y con mucho humor. Sarcasmo no le falta a la novela. Si no, leed estas citas:

“No se puede esperar calidad de la gente cuya vida está sujeta a una falta de calidad. No se puede tener calidad con una producción en masa. No se quiere la calidad porque dura demasiado. De modo que se la sustituye por la moda, que no es más que una estafa comercial destinada a hacer que las cosas caigan en desuso.

Tenemos las cocinas más blancas y los baños más relucientes del mundo. Pero en su encantadora cocina blanca, el ama de casa media americana no es capaz de preparar una comida que valga la pena, y los hermosos cuartos de baño relucientes no son más que un receptáculo de desodorantes, laxantes, pastillas para dormir y productos de esa mistificación secreta que se conoce con el nombre de industria de los cosméticos”

“Uno en su país puede desempeñar toda la vida un importante cargo público sin otros méritos que tener la nariz limpia, una cara fotogénica y la boca carrada.”

“Los americanos comen cualquier cosa si está tostada y unida por un par de palillos y tiene lechuga saliendo por los costados, preferiblemente un poco marchita”.

“El delito no es una enfermedad, sino un síntoma. La policía es como el médico que receta aspirina para un tumor de cerebro, con la diferencia de que la policía cura más bien con una cachiporra.”.

Montar el puzzle de esta buena novela es un ejercicio gratificante. Os lo aseguro.