Buena novela, aunque me ha resultado,
a ratos, excesivamente reiterativa, demasiado “larga”. Pero, sobre todo (quizás
por encima de la calidad de su escritura) novela para reflexionar: sobre la
propia identidad, sobre el compartir dicha identidad, sobre las
influencias-determinaciones del exterior (o del interior de uno mismo, que
nunca se sabe). Sobre la libertad de la mujer y del hombre, sobre la soledad,
sobre el significado de las apariencias.
¿Cómo vivir con un espía, cómo formar
una familia con él, cuando él no puede decirte quién es? ¿Cómo vivir con una
mujer, cómo formar una familia, cuando eres un espía y debes tener dos o tres o
cuatro… identidades distintas? Identidades que significan lengua, geografía,
trabajos, culturas, incluso parejas o familias, diferentes.
“Había
descubierto que vivir en la certeza absoluta es aburrido y condena a llevar una
sola existencia, o a que sean la misma la real y la imaginaria, y nadie escapa
enteramente a esta última. Y que la sospecha permanente a su vez no es
tolerable, porque resulta extenuante observarse sin cesar a uno mismo y a los
otros, sobre todo al otro, al más cercano, y comparar con los recuerdos que
jamás son fiables.”
¿Estamos determinados, por no se sabe
quién (a no ser que formemos parte de las sombras determinantes) o hemos hecho
dejación de nuestras responsabilidades y nuestra capacidad de reacción?
“Lo
decisivo jamás se muestra, ni siquiera se comunica, o no en su momento; al
contrario, se esconde y se silencia siempre, o durante muchísimo tiempo: si
acaso se cuenta cuando ya no interesa, cuando es pasado remoto, y a la gente el
pasado le trae sin cuidado, cree que no le afecta y que no puede cambiarse, y
lleva razón en esto último”.
“No hay
coartada comparable, la dejación permanente justificada por el deber.”
Visión pesimista, hay quien dice que
realista, del mundo en el que estamos y las fuerzas ocultas, “la sombra” que lo
mueve.
“Quienes
actúan envueltos en niebla y de espaldas al resto, y no reclaman ni necesitan
reconocimiento, esos son los que turban más el universo. Muy escasamente, cierto. Es lo máximo a lo que podemos aspirar
los individuos, para no ser tristes desterrados completos.”
Todo esto y mucho más.
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