viernes, 7 de junio de 2013

La ignorancia se cura leyendo (?)... depende qué

No he leído la LOMCE (vosotros tampoco), ni pienso hacerlo (vosotros tampoco). Aún recuerdo la panzada que tuve que darme con algunas de las partes de la anterior ley de “enseñanza”.
De lo que piensa y dice Wert sólo conozco lo que dice la prensa (y, casi únicamente, los grandes titulares). Además no pienso concederle el beneficio de la duda: en este caso me creo a pies juntillas lo que la prensa dice. Ni interpretaciones, ni manipulaciones, ni gaitas: lo que dice la prensa es lo que piensa Wert.
Así que ya tengo muy claro cuál es el objetivo de la LOMCE (supongo que tendrá algún más, porque algo he oído de rebajar el fracaso): nuestros niños van a saber (¡POR FIN!) quién fue Cristina de Aragón. Y tirando de ese hilo es más fácil llegar a alguna de sus decisiones más trascendentales: no se puede comprender en profundidad su figura sin contar con la Virgen del Pilar. Y eso nos lleva a Santiago (el matamoros) y nos adelanta la Cruzada. Ya lo tenemos todo. Listo este Wert, sin fisuras, íntegro. No como otros, que sólo ofrecen partes y siempre interesadas.
Vamos un poquito más en serio. Llevo más de cuarenta años (¡madre mía!, más que todo el franquismo junto) diciendo que la catequesis (del signo que sea, aunque siempre el único problema real venía y viene de la católica) debe estar siempre fuera de la Escuela. Ninguna duda. Un educador católico educará en sus valores, pero eso no conlleva la enseñanza ni la práctica en el ámbito de la Escuela.
También llevo ese tiempo (y nada me ha hecho cambiar de pensamiento) diciendo que el “hecho religioso” se ha traducido siempre en iglesias y sistemas religiosos. Son ellos los que tratan de controlar la cultura y formar parte de los poderes que dominan las construcciones sociales, las organizaciones sociales, políticas y económicas. Para bien o para mal es un juicio que depende de los valores que cada uno defendamos.
Si alguien quiere educar sin entender, valorar y criticar las organizaciones que pugnan por dominar la sociedad, se va a equivocar. Si alguien piensa que puede prescindir de la religión (las religiones) para explicar nuestro mundo (y, por tanto, el mundo del educando) se equivoca.
Lo mismo que si no quiere saber nada de clases sociales, de la economía, de la banca, del ejército, de la realeza, del estado,…
En el caso de la religión católica, prescindir de ella es una equivocación aún mucho mayor, porque nuestra cultura no se puede entender sin Pablo (san), sin la interpretación que de los griegos harán los escolásticos, sin Roma, sin…, ni sin Lutero, Calvino,…
¿Este va a ser el contenido de la asignatura de religión? Entonces, adelante.





Además, tengo que confesar que empiezo a estar preocupado de mi ignorancia. Así ocurre que pensaba yo que estaba un poco enterado del sistema judicial de este país. Pero parece que mi conocimiento se basaba más bien en las películas (americanas) que en la información, el estudio y el esfuerzo. Allá, en las pelis, el fiscal siempre es un señor que trata de demostrar que el acusado es culpable. Aquí no debe ser así, porque la fiscalía se une al defensor para decir que el juez se ha pasado con el acusado y le ha impuesto una pena que no debía.
Claro que esto sucede con la Infanta y con Blesa, y a lo mejor entonces no es cosa de mi saber, sino de algo más oscuro, donde la mayor parte de los humanos no podemos llegar. Bendito sea el conocimiento que nos dieron las películas. Estoy preocupado de mi ignorancia, pero tonto no soy (vosotros tampoco).


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