jueves, 21 de agosto de 2014

Cosas “raras”


Hoy es jueves. Jueves de la Aste Nagusi y yo estoy en Bilbao, cosa que no tenía lugar en el plazo, por lo menos, de un mes.
Así que los ojos están más atentos a ver cosas “raras”, ni buenas ni malas, sin valorarlas, sólo “raras”, es decir, extrañas ,  poco  frecuentes , inhabituales  en el tiempo o el  lugar.
Ayer tarde, a las 20:30 daba gusto circular en coche por el centro de Bilbao. ¡EN COCHE!. No vaya a pensar alguien que me he venido en bicicleta. Cuidado que hacía tiempo que no cogía el coche en Bilbao. Pues ayer tuve que hacerlo, con más miedo que vergüenza… y resultó como para no volver a usar el metro. Aunque parezca increíble.
Entre ayer y hoy he tenido serias dificultades para hacer un par de operaciones bancarias que tenía que hacer. Tanto que tuve que aprender a hacerlo por Internet. Ya se sabe: Semana Grande. ¿Y qué tiene eso que ver con el banco?. Pues que estamos en Bilbao. Nada más
Esta mañana he pasado por delante de una obra pública. Digo to que sería pública porque estaban arreglando el suelo de la calle por donde yo hubiera debido pasar. Sólo había dos personas trabajando. ¿Para qué más?, ¿alguien tiene prisa?.
Bueno, pues uno de ellos era de raza negra y el otro de “raza” china. Nada que objetar, por supuesto. Imagino que trabajan luego son ciudadano de pleno derecho. Y espero que como tales sean tratados. Que luego nos confundimos.
Un poco más abajo trabajaba un barrendero (raza blanca y rubio). Me he interesado por las bolsas que el ayuntamiento tiene a bien colocar en las papeleras  para que los dueños recojamos las cacas de nuestros perros. Para mi sorpresa (de ahí la rareza) me ha respondido que en “Asre Nagusi” no se ponen bolsas y me ha hecho ese gesto de “a mí que me registren” o “las quejas al maestro armero”. Si alguien encuentra una relación, nada más que ligeramente posible haga el favor de dejarla en los comentarios, para que yo duerma un poco menos epatado.
Y acabo con dos fotos, tomadas a mediodía en el parque de Europa (o sea, en Txurdi). Que todo no va a ser raro.















Las luces (es raro que en Bilbao hagan falta luces habiendo bilbaínos. Recuerdo un profe que, cuando entraba en clase, decía aquello de: “apaguen las luces, que ya he llegado”) estaban encendidas y, en medio de una de las muchísimas canchitas de basket que tanto abundan por aquí (porque no había otro sitio) campaba una grúa. Que todo no va a ser raro.



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