jueves, 23 de abril de 2020

El día de Shakespeare y Cervantes



Hoy es el día del libro. Y mira que no me gusta nada. Parece que el libro siempre es bueno. Por decreto. Porque sí. Parece que “el día del libro” no hace otra cosa sino santificarlo.
Hay libros que son pura bazofia, atentados contra la inteligencia, el buen gusto, la solidaridad, los valores éticos más indispensables. O, simplemente, auténticas tonterías.
Así que me quedo con lo verdaderamente importante hoy: recordamos a William Shakespeare y a Cervantes.
(A propósito, no olvidemos que la causa de la locura de El Quijote no fue otra que la lectura de libros poco aconsejables).

Yo fui antes del teatro que de la novela, por eso soy más de Shakespeare que de Cervantes. (O quizás sea al revés y la causa sea consecuencia). Así que hoy, para hacer honor al día, he leído “Macbeth”.
No os lo voy a aconsejar. Por supuesto, ¿Quién soy yo para hacerlo? Pero, si os atrevierais…

A lo largo del confinamiento he leído “Las criadas” de Jean Genet (mejor, he releído) y he visto en youtube el “Caballo/Dostoyevski” de Richard Sahagún. Pero no es lo mismo: el teatro es para representarlo y verlo, de escenario y sala. Y, si algo voy a echar en falta hoy no es ni la calle, ni el sol, ni el paseo (repito: hoy). Hoy tenía entrada para ir al teatro y…
Pero, mira por dónde os voy a pasar una estupenda dirección web. Merece la pena. Echadle una ojeada: https://compras.abonoteatro.com/yomequedoencasa/

Cambiando de tercio, hoy se me han acumulado las noticias sobre “los viejos y el coronavirus”. Y dejando de lado la muy triste escabechina que el virus ha hecho en nuestras generaciones y en las más tardías,os dejo aquí dos pequeños comentarios.
Decía Pablo Iglesias (el vicepresidente que tiene la suerte de tener un chalé y cuyos hijos tienen la suerte de poder tomar el aire en los días confinados) que el virus no sabe de partidos ni de nacionalidades y que la sanidad española no preguntaba a la entrada de los hospitales al que llegaba ni por el partido al que había votado ni cuál era su nacionalidad. Me ha quedado la duda de si tampoco preguntaba la edad.
El segundo, más que un comentario es un texto de los muchos que corren por whatsapp y que pedía que lo difundiéramos. Me ha parecido tan de acuerdo con lo que yo pienso, que os lo reproduzco:

PERO..., ¿QUÉ LES PASA?

De golpe, me transformaron en una persona anciana
De golpe, comenzaron a tratarme como si fuera una persona limitada, a la que hay que "ayudar" porque sola “no puede o no sabe”
De golpe, el Mundo se debate si dejarnos encerrados o no, si valemos la pena vivos o no
Pero, ¿qué les pasa?
¿Quién construyó este Mundo que ahora viven
Déjennos, cuidarnos solos/as, Nosotros/as, los que hasta hace media hora dirigíamos fábricas, organizaciones, instituciones o éramos profesionales independientes no perdimos ni la razón, ni el juicio.
No nos cuiden de manera incorrecta.
Consulten, con nosotros/as qué hacer, tenemos sabiduría, experiencia, sentido común y menos miedo que ustedes, los mas jóvenes. También, tenemos sentimientos y proyectos en la Vida.
De la misma manera, que un púber de 13 años no se equipara a un joven de 25 y ambos están en diferentes etapas de la adolescencia, una persona de 65 o 70 no se equipara a una de 90, siendo ambas personas mayores en edad
No se equivoquen. A nuestra edad, tenemos mucho para enseñar y ustedes mucho que aprender.
Ser mayor, no es una plaga. Es un Derecho al que ustedes los jóvenes y Dirigentes no querrán renunciar.
¡¡No nos pidan a nosotros que renunciemos!!

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