sábado, 21 de marzo de 2020

Progenie


Acabo de terminar “Progenie”, de Susana Martín Gijón. Y adelanto que no voy a decir de ella que es una novela redonda por tres razones: porque en la última parte se me ha hecho un pelín larga; porque, a veces, es excesivamente explícita en aclararle al lector cosas que él ya tenía claras por el desarrollo de la acción, y porque le he pillado en tres errores flagrantes, de los que no admitía a mis alumnos cuando mandaba hacer relatos: dos policías en el coche hablan mientras van al lugar de la investigación, uno de ellos es el que conduce y el otro el que aparca.
Los otros dos errores no os los cuento. Así, si leéis la novela, tenéis una distracción añadida.

Porque, aunque no haya sido una novela redonda, ya lo creo que merece la pena. Puritita novela negra, y buena. Se lee en un suspiro, el desarrollo de la acción va como una flecha, sin apenas respiro.
Además, algunos de los personajes “secundarios”, que van apareciendo al hilo de la búsqueda del asesino, son una “delicia”: ese marido de la poli rasa, la vecina que descubre el segundo cadáver, la impresionante recepcionista de la clínica, …

Ellos aparte, algún día (supongo) alguien hará un ensayo sobre la caracterización de la “nueva” detective que se va imponiendo en la novela negra española paso a paso (posiblemente de la manos de mujeres escritoras) “Liviana con el seguimiento de las normas, le cuesta obedecer las órdenes con las que no comulga y los convencionalismos impuestos por una sociedad de la que se siente ajena con demasiada frecuencia. Toma sus propias rutas, a menudo con atajos que la lleven a conseguir su objetivo, todo según su propia idea de la justicia y de la existencia. Lo cual le ha acarreado no pocos problemas, tanto en su profesión como en la vida”
Y también: mujer sin pareja fija, admiradora de un comisario que fue su mentor, de vida disipada fuera del trabajo, tenaz, astuta, con hombres a su cargo, bravucona, capaz de pasar muchas horas sin dormir y sin comer (por mucho que diga que le gusta comer bien), …

¿Está sugiriendo que alguien pudo matar a las mujeres que estamos investigando por el simple hecho de querer ser madres solteras?”  

Luego descubriremos que las cosas no son tan simples.

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