miércoles, 25 de marzo de 2020

La vida secreta de los escritores

Me ha ocurrido algo muy curioso con Guillaume Musso: leí en algún sitio que era el autor francés más leído y que escribía novela negra.
Yo no había ni siquiera oído hablar de él nunca. Así que me hice con varias de sus novelas y empecé a leer una (no recuerdo cuál).
No pasó la prueba de las cuarenta páginas: me pareció muy mala y dejé de pensar en Musso. Me habían vuelto a engañar.
Pero, recientemente, me encontré con muy buenas críticas y recomendaciones de la novela que hoy os comento.
Dí mi brazo a torcer y me enfrenté a ella con muchas dudas algún prejuicio.
La curva de las 40 páginas la pasé a velocidad punta, a la máxima permitida por las autoridades y a la página 100 le ocurrió lo mismo, y ...
Posiblemente al buen suspense que llena la narración le acompañaba el deseo de llegar al capítulo siguiente para leer la frase de otro autor con la que Musso da entrada al capítulo. No os las perdáis. Son de este tono: "La primera virtud de un escritor es tener buenas nalgas (Dany Lefrevière)"
Ocurre que el coronavirus me ha dejado sin ganas de buscar las palabras apropiadas para analizar la novela más allá de esta muy breve introducción.
Es una narración sumamente "heterodoxa", es como un puzzle que se va rellenando a poquitines y que carece de sentido hasta que las piezas encajan definitivamente.
Sólo, pues, una cosa más: leedla, es muy buena novela.

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