lunes, 14 de marzo de 2016

Spotlight y Rosy & John

Este fin de semana he visto Spotlight, de Thomas McCarthy, 2 Premios Oscar este mismo año: mejor película y mejor guión original (lo que para mí no suele ser una muy buena recomendación).
Muy buena interpretación, ritmo que no deja decaer la atención a lo largo de sus más de dos horas de duración, bonita fotografía, aunque los exteriores sean escasos, … Podría seguir enumerando algunos aciertos técnicos más.
Pero, lo que de verdad impresiona es el asunto que trata. Narra la investigación que un equipo de periodistas de un diario pequeño de Boston hace de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos en la Iglesia Católica de Boston.
El asunto es conocido, pero ir siguiendo a lo largo de esas dos horas el desarrollo de la mancha del abuso, que empieza con un “curita”, y termina salpicando a un número considerable de sujetos, hasta involucrar a un 6% del clero de la ciudad… eso impresiona.
La película no se queda (afortunadamente) en la narración de unos hechos aislados. La denuncia va, más bien, por el camino de la Iglesia Oficial, representada en este caso por el Arzobispo y por la consideración de que este ataque, este abuso ejercido sobre niños, es algo sistémico en la Iglesia, es decir, pertenece al propio sistema, a la propia esencia de la Institución. Que, por otra parte, controla, domina y sojuzga a una buena parte de la sociedad.
Echo en falta una mayor profundización en las causas de semejante  tragedia, más allá de las razones de tipo individual que hacen hincapié en la personalidad de los abusadores.
Vedla, en cuanto podáis.

También este fin de semana he acabado de leer "Rosy & John" de Pierre Lemaitre : una novelita corta, quizás excesivamente corta, pero de gran calado argumental y de un desarrollo inteligente, directo, rápido, que te deja sin resuello hasta acabarla.

A este paso, si no lo ha hecho ya, Camille Verhoeven entrará en el Parnaso de los detectives 

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