jueves, 3 de marzo de 2016

La tristeza del samurai

Antes ya de que Víctor del Arbol hubiera sido premio Nadal 2016, había conocido yo algunas críticas que hablaban muy bien de sus novelas. Alguna de ellas llegaba a ponerle a la altura de Carlos Zanón (no confundirlo con Zafón, repito). Así que…

He leído la que más éxito ha tenido hasta ahora. Tanto que, sin que yo lo supiera antes de empezarla, es un best-seller. Algún blog llega a decir que “La tristeza del samurái” es uno de los mejores libros de 2014.
Pues a mí no me ha gustado. Se lee, claro. No es muy difícil hacerlo. Pero está como envuelta en una atmósfera de incredulidad. Es tan exagerada, tan desmesurada, que resulta inverosímil.
Y llega hasta tal punto que (como si al autor le diera una cierta vergüenza) uno de sus personajes se adelanta al juicio del lector, afirmando tajantemente que, aunque no lo parezca, la historia que se narra es así. Pero, claro, el personaje está al servicio del relato y del autor.

No me ha gustado. No le demos más vueltas. Me quedaré sin leer el premio Nadal 2016.

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