miércoles, 14 de agosto de 2013

Elogio del ebook

Tomado de El Correo de hoy:

Merkel entra en campaña con lecciones de Historia

La canciller alemana ha impartido una clase en una escuela secundaria del barrio de Prenzlauer Bergr
Merkel, crecida en territorio de la extinta Alemania comunista, se presentó ante los alumnos de una escuela secundaria del barrio de Prenzlauer Berg, en el antiguo sector este de Berlín y ahora uno de los barrios de la modernidad de la capital alemana.”

Podría colocar la foto del periódico que así lo atestigua, pero no  me gusta “manchar” innecesariamente mi blog, y mucho menos, hacer propaganda gratis a cualquiera.
Ahora bien, a lo que íbamos. Que Merkel estuviera en una Escuela (parece que pública) a mediados de agosto, vale, pero ¿qué, demontres. hacían allí los alumnos? ¿En Alemania no hay vacaciones? Y luego habrá desvergonzados lenguaraces que nos dirán que el pueblo alemán no nos da ejemplo.
Esto es parte de lo que pretende el “trabajo” de Wert con los profesores de este país: que estén en la escuela ya a mediados de agosto.


Tomado de “XLSemanal” de este domingo:

En el artículo “Fototeatro ¡Arriba el telón!”. José Manuel Prada responde a una pregunta del periodista:
“XL. ¿A qué se refiere?

J.M.P. A ver, tú te vas a una web de estas piratas de libros, películas o canciones a buscar una obra concreta y, una vez ahí, te descargas otras 200. Ese acto tan hermoso de comprarte el libro pasa a ser algo banal. La tecnología digital, además de portar el virus de la destrucción de las industrias culturales, incluye el de la destrucción del temblor de la adquisición física. La magia desaparece.”
 
La magia había desaparecido hace mucho tiempo para muchas personas. Lo que no había desaparecido (querido lector, ponga usted aquí un insulto, por favor, que a mí no me gusta) es el temblor de soltar uno de esos billetes que tanto cuestan conseguir.
Cada uno de nosotros tiene derecho a que la gente más o menos pública (es decir, aquella que publica) nos caiga mal (o bien). A mí me gustaba leer a “J.M.P.”, su literatura me parecía interesante, hasta que empezó a descolgar sus ideas sociales, políticas, sexuales,…, que no sólo no comparto sino que, incluso, me parece obligado combatir. Me cae muy mal. Cada vez, peor. Quizás siga escribiendo “bien”. No lo sé porque hace mucho que no lo leo. Pero, estoy seguro de que no tiene ni idea de lo que hacemos los que nos descargamos una  (o mil) obra concreta.
La tecnología digital no porta ningún virus. Ese “acto tan hermoso de comprarte un libro”, sólo lo es cuando se paga con tarjeta, de esas que parecen tener el fondo muy a lo lejos, que no se acaban nunca.
Ayer mismo, oía yo decir: “joder, he ido a la librería, he comprado dos libros y he dejado un billete de 50 euros”. Algún mamón se está enriqueciendo con nuestra aportación y está llevando a la destrucción a “las industrias culturales”.
No tengo ninguna duda: ¡¡¡¡¡Viva el ebook y el compartir en la red lo que de verdad es cultura: ese libro que nos ayuda a ser más libres, o sea más felices (aunque sea un rato)!!!!!

No me pidáis nada de “J.M.P.: ya no tengo nada suyo. Que no me acuse de chorizo.

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