sábado, 14 de abril de 2012

Como un viejo bolero


A mí me gusta la música. Escucho mucha música. Pero no soy ningún “enterado”. Por eso ni la estudio, ni trato de comprender su evolución, lo que lleva dentro, la relación con su tiempo,… De ninguna manera quiero ser un “crítico” musical. Me gusta o no me gusta. Y no pienso por ello que soy un “paleto". Y, cuando una música declarada exquisita por los críticos, a mí me chirría, me aburre y hasta me crispa un poco, pienso que esa música no es para mí y “que le den”. No pasa nada-
Esto, que me parece fácil de comprender, se puede aplicar al cine. Ayer vi “Las malas hierbas”, de Alain Resnais. No sabía que era suya hasta que empezó la película y pusieron los rótulos pertinentes. Resnais es un director muy “difícil”. La verdad es que la película ni me gustó ni me disgustó, pero todavía hoy ando pensando de qué iba aquello. Vamos, que lo que se dice entenderla muy poquito. Así que los que queráis ser un poco más que consumidores de cine, algo parecido a “entendidos” no podéis perdérosla. El resto, aunque esté muy recomendada en la prensa, mejor os ahorráis tiempo y dinero.

 
Unas pocas horas antes de entrar en el cine había acabado de leer “Un ser abominable” de Sjöwall Maj y Wähloo Per.
Hace muchos, muchos años (más de veinte) cuando alguien me pedía que le recomendara novela negra yo le indicaba siempre que leyera a “los suecos esos” (su nombre es complicadísimo). Los suecos eran Sjöwall Maj y Wähloo Per, una matrimonio sueco, del partido comunista (ahí es ná) que escribía novela negra de la muy buena. Sus novelas eran, en aquellos tiempos, sólo dos: “Asesinato en el Savoy” y “Los terroristas”, las únicas que se habían publicado en castellano de la serie de Martín Beck. Durante mucho tiempo era casi imposible encontrarlas en las librerías porque su única edición estaba agotada. Conservé aquellos ejemplares con mucho más mimo que casi ninguna de mis otras novelas.
Ahora, desde hace un par de años o tres, están publicando en español toda la serie. Cuando sale una nueva, la devoro. Ella se convierte en la primera de mi muy larga lista de novelas por leer.
Luego, cuando la acabo, tengo que admitir que el paso del tiempo ha sido bastante cruel con la serie. Queda una novela bien escrita, bonita, pero con poca garra, muy poco negra incluso. Es una novela para nostálgicos. Algo así como un viejo bolero. Cuando salga la próxima, la devoraré.

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