martes, 29 de diciembre de 2020

Un hombre decente

 

Hace unos días murió John le Carré. Fue uno de los autores más significativos de las novelas de espías. Un género que me interesó hace no muchos años. Así que había leído varias novelas suyas y aún guardaba alguna más para “luego”, para “cuando me apetezca”.

Tengo por costumbre honrar la muerte de aquellos autores que me interesaron en vida, leyendo o releyendo algo suyo. Así que he terminado de leer “Un hombre decente”.

Como no soy ningún experto en el género, ni he leído lo suficiente, sólo me atrevo a apuntar lo que sigue como una intuición: creo haberme encontrado con una variación sustancial respecto a lecturas anteriores: los espías siempre buscaban intervenir sobre algún problema real, importante para la salvación del mundo, o para su control por alguno de los bloques de poder establecidos.

Pero, en esta novela no he visto nada de eso, sólo he encontrado una lucha continua entre funcionarios, todos ellos del mismo grupo, sin necesidad prácticamente del enemigo, peleando por el poder funcionarial, por el dominio de la estructura, de una estructura que marca, eso sí, quién ostenta los puestos de poder en la pirámide.

El mundo en el que viven los espías suena permanentemente a irreal, a falso. Sólo los personajes secundarios de la novela, los que no son espías, dejan entrever el mundo real. Cualquier acción cualquier gesto de ellos, visto por el espía se convierte en parte de un juego de espionaje, perdiendo su sentido real.

Como siempre en John le Carré, en esta novela podemos encontrar,  desperdigados acá y allá, jocosos y profundos comentarios. Dos muestras:

(Sobre una reunión de Trump con Putin) “ – Es una repetición- Otra vez 1939. Molotov y Ribbentrop repartiéndose el mundo.

Pero eso es demasiado para mí y se lo digo. Trump puede ser el peor presidente que ha tenido Estados Unidos, le digo, pero no es Hitler, por mucho que quiera serlo. Y hay muchos buenos norteamericanos que no van a quedarse de brazos cruzados.

- También había cantidad de buenos alemanes y fíjate en lo mucho que hicieron, joder.”

“- Y no te preocupes por Dom – me insta con una sonrisa entre dientes -. Ese tío ha jodido todo lo que ha tocado en la vida, así que estará muy solicitado. Es probable que tenga un buen escaño parlamentario esperándolo ahora mismo.”

 Podéis encontrar muchos más en la novela. Una novela escrita con buena prosa y ritmo ágil, una novela de lectura fácil, amena y agradable.

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