jueves, 3 de diciembre de 2020

El Diablo en cada esquina

 

Recogí hace unos meses la cita que os traslado, en referencia a la novela negra:

“A un lector con sentido crítico no puede pasarle por alto que las tramas más complejas, elaboradas y profundas (de la novela negra) nos informan de la realidad en que vivimos con muchas menos cortapisas de lo que le está permitido al periodismo. Esto es así porque el parecido con la realidad no es pura coincidencia: mafiosos, especuladores, traficantes, sicarios, y corruptos existen, y nadie niega la repercusión social de sus actos.

Gracias a la globalización del género, podemos acceder a lo más hondo de las sociedades, hasta de las más alejadas geográfica o ideológicamente.” (Blog  Un libro al día, 8 de marzo de 2018)

En “El diablo en cada esquina”, de Jordi Ledesma, hay mafiosos, sicarios, corruptos, traficantes,  pero ningún interés por acceder a lo hondo de la sociedad.

Se trata de lo que se conoce como un thriller puro y duro. Bien escrito y ensamblado con la precisión del mejor de los puzles.

Es una historia de miedos, de crueldades más perfiladas que explícitas, de absoluta amoralidad, que no pierde en ningún momento la tensión hasta llegar a un final exagerado, apocalíptico, escatológico por aquello de que el Diablo está en cada esquina y de vez en cuando se presenta “en persona”.

Tiene mucho de aquellas novelas clásicas del género de los años 50 y si os gustan las “novelas policíacas” ésta será una de ellas.


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