domingo, 4 de octubre de 2015

Las mujeres musulmanas

Como una invitación más a continuar con la línea de reflexiones que surgían en mi entrada última, ayer, sábado, el Correo titulaba en primera plana y en letras muy grandes: “PLANTE MUSULMÁN EN ERMUA A LAS AULAS MIXTAS PARA ADULTOS”.
Lo que seguía no se separaba de lo que uno `puede imaginar: por un lado la comunidad musulmana decía que si las aulas de EPA iban a ser mixtas, ellos abandonaban el Centro de educación y pedían-exigían que las aulas volvieran a ser mixtas como el curso anterior.
Pero, el otro lado de la moneda, las mujeres musulmanas decían que si no podían asistir a las clases se las condenaba no sólo a la ignorancia, sino también a quedar encerradas en casa.
¿Quién debe dar el brazo a torcer? ¿La comunidad musulmana? No lo va a hacer: su obediencia religiosa a la tradición no se lo permite. ¿La Administración? No lo va a hacer consciente de que la educación mixta es un logro en nuestra sociedad, más o menos, secularizada.
Así que, ¿qué ocurre con las mujeres?. Pues que seguirán siendo la parte más débil del conflicto, seguirán “pagando el pato”, seguirán sufriendo su discriminación, etc., etc.
Situaciones casi idénticas las hemos vivido muchas veces. Sólo algo tengo claro: el comienzo de la solución vendrá cuando, y sólo cuando, sean, en este caso, las mujeres musulmanas, y no la comunidad, las que tomen las riendas del problema y actúen a su favor.

Mientras, el otoño se nos ha echado encima y en Villatomil empieza a hacer frío. Habrá que comenzar ya el curso 2015-16

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