sábado, 11 de enero de 2020

El "hombre del orden"


Cada cierto tiempo, sin periodicidad definida, tengo la desdicha de toparme con el “hombre del orden”.
El “hombre del orden” es más camaleónico que Mortadelo (el de Filemón). Tanto que, a veces, incluso se disfraza de “la mujer del orden”.
Pero no tardo en reconocerlo. Una pequeña parada en seco, una pequeña reflexión y ¡zás!, ya lo tengo. Y es que lo conozco bien. Por repetitivo. Aunque cambie el lugar, el tiempo, la situación, sigue siendo “el hombre del orden”.
El “hombre del orden” es alguien que siempre empieza así:
- “Vamos a hacer ESTO”.
- “Y lo vamos a hacer ASÍ” – sigue.
Y, como siempre es un “demócrata convencido”, culmina con:
- “A no ser que alguien tenga una propuesta mejor”.
Y desde ahí llama al orden. Porque él es un hombre (o mujer) “ordenado”. Es decir, como muy bien indica ese participio, ha recibido muchas órdenes.
Y busca, porque los necesita, que los demás sean “sub-ordinados”. O sea, que estén bajo el orden. (No exageremos, sólo son “consejos por el bien de todos”, líneas de trabajo “para que todo discurra por los mejores cauces”)
Lo que “el hombre del orden” no nos dice nunca es que no se trata de el orden. Sino de SU orden. Claro que yo ya lo se y a mí no me engaña. (Admito que “el hombre del orden” puede llegar a engañarse a sí mismo).
Y cuando alguien se desvía de aquellos “ESTO” y “ASÍ” por los que había comenzado, ese alguien no está haciendo otra propuesta de orden, dice él, sino saliéndose del común de los “sub-ordinados”.
¿Será posible que no caiga en la cuenta de que ese que actúa de tal manera está haciendo (con hechos, no con palabras) una nueva propuesta, tal como él, “demócrata convencido” había sugerido?
¡Ah, “el hombre del orden”! ¡Qué peligro!.
Generalmente acaba imponiendo su orden … siempre que quepa en el de quienes le ordenan, porque suele ser el último de una cadena de órdenes.
Cadena … esclavitud … libertad …
Procura no convertirte ni en “el hombre del orden” ni en “la mujer del orden”. Y empieza por no seguir mi orden. Busca el tuyo. Y desenmascara todos los que vayas encontrando en tu camino.
Yo también lo intentaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario