Los hombres, con nuestro trabajo creamos riqueza. Y
luego, algunos, por la gracia de Dios, por la gracia del rey, por la gracia del
Ibex, por la gracia del ejército, por la gracia de la banca, por la gracia del
mercado, porque les ha caído en gracia, vamos, esos algunos reparten la riqueza
y otros algunos, por la desgracia de Dios, por la desgracia del rey, por la desgracia
del Ibex, por la desgracia del ejército, por la desgracia de la banca, por la desgracia
del mercado, porque les ha caído en desgracia, vamos, esos otros algunos “son
repartidos”.
Y, después, desde esa situación volvemos a crear
riqueza y los mismos algunos (quizás unos pocos menos) reparten y los mismos
otros algunos (quizás unos muchos más) “son repartidos”.
Y, al cabo del tiempo, llegamos al informe 2015
sobre la riqueza de Oxfon-Intermon. A ese informe que podemos encontrar en la
prensa diaria, en los blogs, en algunas webs, siempre intentando golpear las
conciencias bien acorazadas de quienes los leemos.
Como Juan Torres López, de quien ya he hablado en
varias otras ocasiones, ha escrito un artículo
en el que invita a difundir el Informe, me voy a aprovechar de sus palabras. No
lo podría hacer yo mejor, así que le cito textualmente:
Transcribo a continuación el documento que Oxfam
acaba de publicar sobre la desigualdad en el mundo. Es sencillamente
impresionante. Creo que se debe leer, reflexionar sobre lo que se dice ahí y
difundirlo al máximo. El texto es el siguiente, el documento completo se pude
obtener para difusión pinchando aquí y
al final hay otros enlaces para obtener resúmenes y gráficos..
Oxfam denuncia que ya sólo 62 personas poseen
la misma riqueza que la mitad de la población mundial
En España, el 1% más rico de la población
concentra más riqueza que 35 millones de personas. La inversión española hacia
paraísos fiscales creció un 2000% en 2015.
La fuga de recursos hacia paraísos fiscales juega un
papel clave en el crecimiento de la desigualdad. Se estima que, en todo el
mundo, la riqueza individual oculta en paraísos fiscales alcanza los 7,6
billones de dólares, lo que supone una pérdida de 190.000
millones de dólares más cada año en ingresos fiscales para los
Gobiernos que destinar a la educación y salud de los más pobres.
Por otra parte, la inversión empresarial en paraísos
fiscales se ha multiplicado casi por cuatro entre 2000 y 2014, y supone unas
pérdidas de al menos 100.000 millones de dólares al año para los países en
desarrollo. La utilización de los paraísos fiscales por parte de grandes
empresas para reducir su contribución fiscal se ha convertido en un problema
sistémico. No son sólo unas pocas “manzanas podridas” sino una práctica
generalizada en diferentes sectores económicos –extractivas, sector textil,
financiero, tecnológico. Nueve de cada diez de las empresas más grandes
del mundo, entre ellas las que apoyan esta edición del Foro Económico Mundial,
están presentes en al menos un paraíso fiscal.
De hecho, el 30% del patrimonio financiero
de África se encuentra en paraísos fiscales, lo que hace perder al
continente al menos 14.000 millones de dólares al año en
impuestos no recaudados. Esta cantidad sería suficiente para garantizar la
atención sanitaria a madres y niños, lo cual podría salvar la vida de cuatro
millones de niños al año, y permitiría contratar a profesores suficientes para
escolarizar a todos los niños y niñas africanos.
En Latinoamérica, la región más desigual del
mundo, la evasión y elusión fiscal es también una de las
causas que favorecen la extrema concentración de riqueza. Se ha estimado que
solo en el 2014, la evasión en el impuesto sobre la renta y los beneficios
empresariales costó a Latinoamérica el equivalente al 4% del PIB bruto de toda
la región, más de 175 mil millones de euros.
Materiales:
-Descarga el informe Una economía
al servicio del 1%. Acabar con los privilegios y la concentración de poder para
frenar la desigualdad extrema
-Descarga el resumen aquí
-Descarga el anexo España aquí
Poco más que añadir. Sólo la única reflexión que,
siempre, me viene a la cabeza: ¿por qué no vamos acabando con semejante manera
de distribuir? Vía impuestos a la riqueza, si es posible. Y, si no lo es, por
cualquier otra vía que lleve a ahorrar la vida de cuatro millones de niños
africanos al año.
Si total ni siquiera les da tiempo a disfrutar lo
que tienen y no es suyo (no debería ser suyo).
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