“En este
asunto anda implicado un estructuralista”
Recoger una de las escenas más hilarantes de “El secreto
de la modelo extraviada“, de Eduardo Mendoza es una forma de empezar a hablar
de esta deliciosa novela. Descacharrante. Tanto o más que aquella “El enredo de
la bolsa y la vida”, que comentaba en este mismo blog allá por mayo del 2012.
Eduardo Mendoza sigue escribiendo con una prosa
fluida, rápida (a veces profusa en los elementos de una descripción) y
punzante. Muy punzante, de vez en cuando. Así que no perderse es último capítulo.
Construye unos personajes imposibles, irreverentes, más allá de cualquier norma
de cordura, tratados, unas veces, con sumo cariño y, otras hasta con un desprecio
malévolo, según de trate, correlativamente, de individuos desfavorecidos por
todo tipo de fortuna o aquellos que se aprovechan de cualquier cercanía al
poder. “Estar cerca del poder es un
peligro – declara como si se tratara
de un axioma uno de esos personajes periféricos – … para el que está cerca”.
A fuer de haceros perder, a quienes la leáis, la
sonrisa, la risa y la carcajada que esa espléndida escena de cuatro variopintos
travestís reunidos en amigable charla podría provocaros, y pensando en aquellos
que se van a perder su lectura, acabo de trasladar las palabras de la novela
que siguen a ese “estructuralista” con el que empezaba mi entrada:
“… un
estructuralista.
- ¿Y eso
qué es? – preguntó la Filo.
- Uno que
hace mucho ejercicio y cuando está cachas se exhibe en taparrabos como Arnold
Schwarzenegger – explicó Fortunata.”
Os quedan otras muchas escenas que disfrutar, muchas
sonrisas, alguna carcajada y alguna reflexión.
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