viernes, 10 de julio de 2015

Otras reincidencias

No son reincidentes sólo los deseos para el más allá. También otros muchos hechos, fechas, “trampas”, malas soluciones, engaños…
El domingo volvía a reincidir en un intento de buscar intimidad en medio de una romería. Ya hace dos años escribí en este blog sobre ella. La entrada se titulaba “romería” y trataba de describir la fiesta de Santa Isabel, que se celebra aquí cerquita.
Las fotos de aquel momento hablaban sobre todo de edificios, gente  y grupos. Pero ya entonces busqué una foto que fuera otra cosa, algo así a lo que aparece en ésta: una niña en medio de una naturaleza amistosa, mirando al horizonte mientras da la espalda a la fiesta.

Pero, hoy la reincidencia golpea dos de las esperanzas puestas durante este último mes en la posibilidad de cambiar la realidad.
Tengo la impresión de que al pueblo griego le han traicionado y de que sus dirigentes no han tenido más remedio que bajarse los pantalones hasta más allá de los tobillos. No creo que ellos sean los principales culpables, pero se quiénes van a ser  los principales “paganos”.
Por otra parte, la noticia de que Ada Colau se ha puesto un sueldo de 80.000 euros anuales. Luego hará lo que quiera con el dinero. Pero nuestro problema, el problema de los ciudadanos, no es qué hace cada quien con su salario. Que es suyo y puede hacer lo que le venga en gana. Nuestro problema es cuánto “vale” el trabajo de un alcalde; cuánto dinero público se va a llevar al mes a su cuenta corriente. Ada Colau no ha sabido distinguir (así me lo parece a mí) entre su personalidad (que será muy generosa, quizás) y su profesión pública (que es la que a mí me toca de lleno, aunque sea alcaldesa de Barcelona).

Creía yo –ingenuo- que el pueblo griego había ganado. Creía yo –ingenuo- que los nuevos políticos, una vez en el poder, nos iban a salir un poco más baratos.

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