martes, 9 de septiembre de 2014

Soy donde voy

Cuando escribo esto ha pasado ya una semana del nuevo curso. Así que los ánimos estarán más calmados y las susceptibilidades menos a flor de piel. Porque la verdad es que hablar de nuevo curso desde mi situación…como que no es muy apropiado.
Sin embargo, en septiembre siempre hay algo de eso. Es el ambiente que aprieta muy fuerte. ¿Nostalgia? Ninguna.
Comenzar un curso nuevo –recuerdo- traía consigo el reencuentro con muchos amigos y la construcción de nuevos planes, ilusiones, deseos para cumplir a lo largo de todo un año. Pero, ¿nostalgia? Ninguna.
Así que me situaré en el tiempo diciendo que ya hemos pasado la primera semana de septiembre y que el verano aún no ha acabado.
En este tiempo están pasando muchas cosas: el mundial de baloncesto, el ébola, del que ya poco se habla, el reinicio del curso político con todo el lío de la forma de elección de los alcaldes, las marrullerías del clan Pujol, el gran problema del Estado Islámico, …
Pero yo me voy a quedar con un “chascarrillo”. Me parece gracioso que a un hombre contratado como comentarista (speaker) lo destituyan por expresar en palabras aquellos deseos que quieren explotar en los espectadores, precisamente quienes lo han contratado y destituido.
Los que han metido a las “animadoras” en el mundo del basket, los que hoy les pagan sueldos miserables o juegan con sus fantasías, saben –lo sabemos todos- que ellas no están ahí por nada que tenga que ver con el baloncesto, sino con la atracción de sus físicos. Por eso las dejan estar y exhibir sus cualidades.
Alguno dirá que son ya una tradición en el mundo del baloncesto. Pues bien, las tradiciones están para algo es para hacernos saber quiénes somos, de dónde venimos, y para luego romperlas para empezar a ser más iguales. Veremos qué pasa con el mundial femenino que está a la vuelta.
“Los Andariegos” fueron un grupo de cantantes sudamericanos del estilo de aquellos que conocimos y seguimos en los 60-70. Los he descubierto en una de esas “razias” por la red. A ellos les he oído hoy cantar: “soy donde voy”.

Claro que hay muchos que prefieren ser de donde vienen. ¿Tan buena sería su cuna?

Última hora: ¡ánimo Otxartabe!

No hay comentarios:

Publicar un comentario