domingo, 16 de febrero de 2014

Ruido de cañerías


Acabo de terminar de leer “Ruido de cañerías”, de Luis Gutiérrez Maluenda. No me voy a empeñar en recomendárosla, aunque se trate de una novela suficientemente interesante como para perder con ella un par de tardes, sin demasiado quehacer.
Si conocéis a su detective, Atila, ésta es una más de las novelas de la serie. La tercera, creo, porque en esta serie llevo mucho retraso (que todo no se puede leer). Es una novela de esas que sabes que no te va a descubrir nada nuevo, pero te va a resultar agradable y te va a reconfirmar muchas de las cosas que ya sabes. No le pides nada más.
Os dejo un par de textos suyos:

“Si quiere consolarse, piense que todos nosotros, de una forma o de otra, estamos manipulados, cuando no, usados de la manera más descarada. Usted es un hombre afortunado, lo he manipulado yo, y lo he hecho por una causa noble. (el subrayado es mío) Y mire, los actos de un político, en cualquier circunstancia fuera del ámbito de la política, llevarían a su responsable a la cárcel, pero estamos hablando de política, mis actos no sólo no me llevarán a la cárcel, sino que están plenamente justificados y cualquiera de mis compañeros e incluso de mis rivales, en su fuero interno, los aplaudirían”
“¿Recuerdas aquellos versos que de pequeños íbamos cantando por la calle?: Y llegaron los Sarracenos y nos molieron a palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos”

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