domingo, 11 de marzo de 2012

De cena(s)

Fin de semana de cenas: el viernes en un italiano y el sábado en un argentino. La primera, cuatro comensales; la segunda, veinticinco. La primera un par de horas en el restaurante; la segunda más de cuatro horas. Diferencia: el servicio.
El argentino absolutamente no recomendable, si de comida se trata. Y si se trata de servicio aún menos. Al italiano, creo, podéis ir con tranquilidad… si vais a cenar comida italiana.
A lo que iba: en el primero conté hasta cuatro personas atendiendo a las mesas; en el segundo sólo había uno. El primero de los restaurantes era un poco más grande que el segundo, aunque me pareció que el número de clientes no difería mucho. El segundo, el argentino, además resultó más caro.
¿Cuánto pagarán uno y otro a quienes trabajan como camareros? Pensaba yo que, junto a la carta, podían ofrecer la lista de salarios al personal. Para poder boicotear a más de uno.
El camarero que nos atendió en el argentino hizo toda una exhibición de paciencia, educación, saber estar y servir lo más rápido que pudo. Se lo curró, vamos. Los del italiano también, pero allí parecía (que no lo sería) fácil. Deseo que ninguno de ellos tenga que vivir de las propinas y que sus salarios sean tan dignos como su trabajo, pero al argentino no volveré. Espero no estar aumentando la cola de parados.

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