lunes, 23 de agosto de 2021

"La anomalía", de Hervé Le Tellier

 

En algunas ocasiones, cuando sé que tengo que escribir en mi blog sobre una novela, a media lectura, me voy a Internet a ver qué dicen otros de ella. Y esta vez, en ese recorrido encontré dos reseñas de las que os dejo un par de cosas.

Lourdes Ventura, en El Cultural del 26 de abril de 2021 (“El anómalo mundo de Hervé Le Tellier”en https://elcultural.com/el-anomalo-mundo-de-herve-le-tellier) decía:

“La trama: en junio de 2021 un Boeing 787 de Air France, ruta París-Nueva York, que acaba de salvarse tras un fuerte tornado de granizo, será desviado de su aterrizaje en el aeropuerto Kennedy, y obligado a tomar tierra en la base militar Fort MacGuire, por orden del Pentágono. ¿Quiénes son los 243 pasajeros, réplica exacta de otros seres que aterrizaron en Nueva York tres meses antes, en el mismo avión 006 de Air France, pilotado por el mismo capitán? Los científicos, los servicios secretos, las jerarquías de varias religiones y los presidentes de tres países se enredarán en conjeturas descabelladas”.

“Le Tellier lanza su imaginación desbocada y trata de verificar la historia con lógica científica, teorías de las probabilidades y universos paralelos. El resultado es de una verosimilitud que se nos escapa, pero quedamos atrapados en el mundo laberíntico propuesto”.

“Esta ficción ambiciosa alterna hechos triviales de vidas cotidianas con un thriller político y reflexiones propias de las distopías de mundos futuros. Algunas preguntas esenciales surgen de esta novela: ¿y si me encuentro con un “yo”, exacto doble de mí mismo, al que puedo ver desde fuera, frente a mí, con sus virtudes y sus decisiones erróneas, idénticas a las mías? Se apuntan algunos demonios de las sociedades: la realidad fantasmagórica de internet, el acoso machista, las decepciones amorosas, la violencia, o la manipulación de la alta política.”

Y en “La Razón” del 16-04-2021 el autor le respondía a Víctor Fernández lo siguiente: “Me siento feliz por el hecho de que “La anomalía” no se inscriba dentro de ningún esquema preestablecido y, de hecho, dicen que se la puede clasificar dentro de las novelas inclasificables.”

Ya para entonces había leído en la propia novela:

“En nuestra hipótesis ocurre lo contrario: no somos seres reales. Creemos ser seres reales cuando no somos más que programas. Programas muy evolucionados, pero programas al fin y al cabo. […] los “humanos simulados” no encontrarían ninguna anomalía en su entorno vital, tendrían sus propias casas, sus propios coches, sus propios perros y, ya puestos, sus propios ordenadores.”

“Lo cierto es que en pocas horas, el mundo entra en un vacío de sentido”.

Publicada en 2020, la acción trascurre en el año 2021. Tiene como dos partes bastante diferenciadas: la que ocurre antes de que nosotros sepamos que un avión va a aterrizar dos veces con tres meses de diferencia y la que desarrolla los encuentros entre dos pasajeros que son el mismo pasajero, uno de los cuales ha vivido ya tres meses más que el otro (que es él mismo).

La primera parte, en cuanto te engancha, va como una bala; sin que te pares. La segunda es un poco más costosa, quizás está peor elaborada, quizás alguna de las situaciones concretas decepcionan un poco, quizás todos los pasajeros no puedan dar el mismo juego. Quizás a uno le hubiera gustado ver en esa situación a otros personajes. De cualquier forma, la segunda parte me ha gustado menos.

La novela resulta muy interesante y, a la vez, desasosiega. Pero, claro, hoy me atrevo a decir que sólo en el desasosiego hay conocimiento. Mañana es posible que diga que sólo lo hay en la paz.

Hay novelas que piden segundas lecturas. Por la cantidad de preguntas que desencadenan. Esta es una de ellas.

¿Y si fuera verdad que no somos más que uno de los posibles resultados de un programa?


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