viernes, 25 de mayo de 2018

Tarde de tormentas


Menos mal que las nefastas temporadas del Bilbao Basket y del Athleti han tenido la dudosa habilidad de haber hecho que la temporada haya terminado un mes antes (casi).
Gracias a ello han liberado nuestro interés, el tiempo y las conversiones, necesarios para poder hacer frente a semejante aluvión de asuntos como nos han apabullado estos últimos (muy pocos) días.
Ved, si no:
Torra, Turull y compañía; las pensiones y sus manifestantes; los presupuestos del Gobierno; el PNV, los presupuestos generales y +/- el 155; el chalet vivienda habitual de los que sí podemos; las manifestaciones de viejos y  las huelgas de enseñantes (algunos educadores); las lluvias torrenciales y las tormentas; la “nueva” nacionalidad vasca; la Gürtel y su sentencia; el 155 (sin el PNV, solo); el verano y las vacaciones que ya están ahí;… para acabar (hoy mismo) en la moción de censura.
No sé cómo habéis podido soportar tal avalancha y, al mismo tiempo, seguir con vuestras obligaciones diarias. ¿Cómo se puede sobrellevar esta dosis sin estar jubilado?
A mí sólo me ha dado tiempo a hacerme preguntas (y quizás a arrepentirme de alguna decisión tomada antes de que me llegara el conocimiento). Preguntas como éstas:
Cada uno gasta su dinero en lo que quiere-puede, así que en cuanto tengáis un rato libre vais y os compráis un chalet. Con piscina, claro. Pregunta: ¿cuáles son las dimensiones idóneas para que mis hijos disfruten de ella, aprendan a nadar y no corran riesgos innecesarios de ahogamiento? Que no os llega vuestro ahorro… entonces la pregunta es: ¿estáis trabajando en el lugar adecuado? O ¿os pagan lo que os merecéis?
El PNV ha dejado en paso la mayor, ha perdido el envite a chica, pero ¿qué llevará de pares? Y ¿de juego? Sin olvidar, que son mano siempre.
Ya sabemos, desde que leemos “noir” (que ahora se dice así), que la justicia es esa tela de araña a la que no se le escapan los pequeños. Así que los que han caído eran los pequeños porque no se le han escapado (aún, que su tamaño es hermosito). Pregunta: ¿quiénes son los grandes? Y, si sabes la respuesta, ¿dónde se esconden? Y, si también te la sabes, ¿cuándo espabilaremos los tontos? (ésta ¡vive el cielo que no te la sabes!).
La última: ¿dónde vas este verano?
Hoy las tormentas me encierran en casa y me provocan para escribir algo de lo mucho rumiado durante la última quincena.
Ánimos para los manifestantes. Quizás, quizás también la “listura” sea contagiosa. Y preparad lo mejor posible la respuesta a la última pregunta.

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