viernes, 25 de abril de 2014

Más escenas (in)cívicas

Ahí van otras tres escenas (in)cívicas (o sea, que suceden en la ciudad, en cualquier ciudad).
Hace unos días me crucé con un conocido. Venía caminando como si alguien le persiguiese. Pero tuvo tiempo de parar y soltarme:
- Chico, en menos de medio kilómetro me he saltado seis semáforos en rojo. Oye, ¿por qué los semáforos no se dan cuenta de que vas con prisa y se ponen verdes cuando te ven llegar?
Y, reanudando ya su acelerada marcha, tuvo tiempo de dejarme esta reflexión:
- ¿A ti te ha sucedido alguna vez haber llegado a un semáforo que estaba en verde? … y ¿sin necesidad de correr para no perderlo?

Me contaba el otro día una señora que todos los días va a trabajar y que el jefe no le paga lo que le debe desde hace un par de meses.
- Pues, no vayas a trabajar – le dije yo.
Su respuesta fue demoledora:
- Si falto al trabajo, el jefe me puede echar, el despido es procedente, me quedo sin ninguna indemnización, no tengo derecho al paro… y ya veré si cobro alguna vez lo que me debe.

 “No compres en los chinos. Defiende el comercio local… bla, bla, bla”
Necesitaba tinta para mi impresora. Como HP tiene unos cartuchos originales que cuestan una pasta, me fui a un comercio de mi barrio a comprar una “tinta compatible”. Me pidieron 23 euros. Me pareció tan caro que busqué en otro comercio del barrio, en el que anuncian mucho ahorro porque allí recargan los cartuchos. En este segundo me indicaron que el cartucho que yo llevaba (para saber lo que debía comprar) era el original de HP y que ya había sido recargado anteriormente en el primero de los comercios citados (cosa que yo ya no recordaba). Me pidieron 19 euros por rellenarlo… y me daban un poco más de tinta.

Así que me fui a la tienda de los chinos. Allí me dieron un cartucho de tinta compatible. No hacía falta que yo dejara mi cartucho original. Me pidieron 7´50 euros. ¿Adivináis dónde compré?

No hay comentarios:

Publicar un comentario