Tarde de tormentas. Varias tormentas seguidas que están
dejando una buena cortina de lluvia y la obligatoriedad de quedarme encerrado
en casa.
Aprovecho para ajustar cuentas con un par de novelas leídas
últimamente. Por si alguien necesita irse aprovisionando para el verano con
novelas cortas y “fáciles” (¿intrascendentes?), de esas que le permiten a uno cogerlas
a la hora de la siesta y echar un sueñecito en medio de la lectura. Empiezas,
te duermes, y, al despertar, sigues leyendo como si tal.
Ninguna de las dos da para más, pero tampoco para menos: “No
me toques” de Camilleri (esta vez sin Montalbano) y “En medio de la muerte” de
Lawrence Block, un thriller con todos los ingredientes clásicos del género.
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