viernes, 5 de mayo de 2017

Noticias sobre la enseñanza

Hoy en el periódico, de nuevo una página entera llena con dos noticias sobre educación. Bueno, mejor dicho, sobre la organización administrativa de la enseñanza. Que no es lo mismo.
De nuevo suenan tambores de guerra entre los sindicatos y llamadas a la huelga del personal trabajador en la enseñanza. Mi memoria aún recuerda que, salvo algunas “fantochadas” de los sindicatos, la mayoría de las convocatorias a una huelga eran muy serias, señal evidente de que las cosas ya no podían seguir así, después de mucho aguantar.
Y si los docentes llegaban a la huelga, aquello no era un juego de niños. Era aquella una decisión muy complicada y difícil de tomar. Los alumnos no se quedaban sin clase por cualquier cosa.
Hoy reconozco que ya no tengo datos, ni los busco. Que me conformo con poco más de lo que cuenta la prensa y que me suena lejano el problema. Pero, supongo que las posturas no habrán variado demasiado.
De nuevo los padres ponen en duda las decisiones de la Administración y levantan su voz y sus quejas. Esta vez en Portugalete, en la pública, y porque a sus hijos de 4 y cinco años, por una parte, y de 9 y 10, por otra (calculo) los quieren juntar en el mismo aula.
Los viejos recordamos –dicen- cosas muy “extrañas”. Así que en seguida me ha venido al recuerdo mi primera escuela. Yo comencé (nunca ya estaré seguro) a los tres o a los cuatro años (lo que no era nada habitual entonces) por privilegios (?) de la amistad: mis padres y las maestras eran amigos. Aunque supongo que en aquel barrio, en aquellas fechas, todos se conocían y todos podrían disfrutar de semejantes privilegios (?).
En aquella escuela, desde el comienzo hasta los 14 años había tres “grados”, tres maestras y tres aulas, que se repartían no sé cómo los alumnos y alumnas (era mixta).
A los diez años yo había pasado por dos de aquellas etapas y, para hacer bachiller, fui a un colegio (privado), en el que los alumnos que no cursaban bachiller se repartían en cinco grados que cubrían toda la edad escolar (las clases ya no eran mixtas).
Aquella primera escuela de barrio (que creo recordar era privada – por supuesto, de una empresa: La Naval), muy semejante a las que ahora funcionan en ámbitos rurales, ¿era desdeñable?. Voy a ir más lejos: ¿era menos adecuada para la educación que las “normales”, las que estamos acostumbrados a ver?
Lejos de mí reivindicar situaciones pasadas que han sido mejoradas a partir de la lucha de padres y profesores. Lejos de mí suponer que el pasado fue mejor y que los que hoy protestan son unos vociferadores sin cabeza.
La organización escolar ha mejorado con el tiempo. Pero, posiblemente, en algunos aspectos, su evolución no es, del todo, la deseable.

Cuando imperativos económicos “obliguen” a tomar decisiones que recortan lo que se ha adquirido a lo largo del tiempo, es necesario hacer que los recortes se dirijan a los aspectos más negros de nuestra sociedad (ejército, grandes fortunas, …) y, al mismo tiempo, despertar la imaginación y trabajarla para conseguir lo que de verdad importa: que nuestros niños crezcan en libertad, en amistad, en disfrute de la vida, en comprensión, en compromiso, en… , aunque tarden un poco más en llegar a la trigonometría y el análisis lingüístico.
Buen finde para los que estáis en ello

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