jueves, 29 de septiembre de 2016

Sí hay bandos, Susana

Mira que “el Sánchez” me cae mal. Mira que voy a tener que volver a aceptar que el tío los tiene bien puestos…
Pues ni me voy a volver de los suyos, ni me va a resultar simpático.
Pero, es que, uno escucha que “no hay ningún socialista que no sea socialista hasta la médula”  -Susana dixit- y va y se pone a pensar no en cualquier “socialista” sino en alguien que es “marca”, imagen del auténtico miembro del PSOE. O sea, Felipe, “el Felipe”.
Y a uno le da por preguntar en Google: patrimonio de Felipe González. Y con todas las entradas que lee resume que:
- como expresidente del gobierno, le tocan todos los años 80.000 euros, coche, escolta y dos asistentes:
- que ha pertenecido o pertenece a distintos Consejos de Administración (127.000 euros anuales en Gas Natural);
- que sus conferencias yienen un caché entre los 40 y los 80 mil euros;
- que tiene una parcela de 500 metros cuadrados con vivienda de 350 distribuídos en cuatro plantas en Somosaguas, una vivienda familiar en Pozuelo de Alarcón, otra vivienda en Sotogrande; otra en Castellar de la Frontera, una finca extremeña cuyo precio de adquisición fue de un millón de euros, una mansión en Tánger, adquirida por 2´5 millones de euros;…
- que es amigo de reyes despóticos, dictadores millonarios, del multimillonario Carlos Slim (octavo hombre más rico del mundo), que…
Y uno no sigue leyendo. ¿Para qué?
Pero, luego, un poquito después, uno sigue escuchando el mismo discurso y la susodicha afirma que “en el PSOE no hay bandos, ni el PSOE es una banda”.
Pues mira que si la segunda parte de la frase es tan verdad como la primera… Sumemos y el resultado tendrá como título: “el Felipe y su banda”.
Nunca he militado en el PSOE (ni en el PSE), les he votado un par de veces y nunca me he arrepentido de haberlo hecho. Una de las veces incluso sirvió para quitarle la lehendakaritza a Ibarretxe. Pero, esto duele.
¿Acabarán convirtiendo el partido en un recuerdo de lo que fueron, de lo mucho que nuestra historia les debe?.

Menos mal que sí hay bandos. Y aún queda esperanza. Más allá de “el Sánchez”

No hay comentarios:

Publicar un comentario