Aquella
noche soñó que nevaba. Soñó que los copos arremolinados, movidos
caprichosamente por el viento, iba limpiando la suciedad de tanta corrupción
acumulada desde nevadas anteriores. Primero dulcemente, luego con violencia.
Hasta que no quedaba otra cosa que los propios copos.
Y soñó que
el manto blanco, que todo lo envolvía, conseguía, por fin, acabar con las
desigualdades, anteriores posiblemente a la primera nevada, igualar cualquier
discriminación, hacer a todos partes de un mismo y complementario paisaje.
Cuando
despertó, a la mañana siguiente, había empezado a nevar. Y entonces soñó que el
resto de su sueño también un día –ojalá antes que la próxima nevada- sería
real.
Gabriela Mistral
Mientras baja la nieve
Ha bajado la
nieve, divina criatura,
el valle a conocer.
Ha bajado la nieve, mejor que las estrellas.
¡Mirémosla caer!
Viene calla-callando, cae y cae a las puertas
y llama sin llamar.
el valle a conocer.
Ha bajado la nieve, mejor que las estrellas.
¡Mirémosla caer!
Viene calla-callando, cae y cae a las puertas
y llama sin llamar.
José Carlos
Rosales
LA NOSTALGIA
La nieve cubre sin borrar la forma,
alivia las aristas, salvaguarda
el calor, la nostalgia.
Amado Nervo
LA NIEVE
Yo soy la movediza perenne; nunca dura
en mi una forma; pronto mi ser se transfigura,
y ya entre guijas de ónix cantando peregrino,
ya en témpanos helados detengo mi camino,
ya vuelo por los aires trocándome en vapores,
ya soy iris en polvo de todos los colores,
o rocío que asciende, o aguacero que llueve...
[…]
Cayendo silenciosa, de blanco al mundo arropo.
Subí, vapor, a lo alto, desciendo al suelo, copo;
subí gris de los lagos que la quietud estanca,
y bajo blanca al mundo... ¡Oh qué bello es ser blanca!
[…]
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