El pasado fin de semana me pilló en Santoña “desnudo”. O sea, sin cámara de fotos, sin cable para conectarme, sin pincho de Internet, sin… De otra forma os hubiera comunicado, con foto incluida, que los cisnes ya están de vuelta. Han debido dejar a sus retoños no sé dónde y se han vuelto, que, aunque hace un poco de frío, por aquí se debe estar de miedo.
Así que el fin de semana ha sido propicio para leer, ver cine en vídeo (recomendables “Incendies” y “La última noche”), y recuperar viejos paseos para ir pasando los excesos navideños o mejor la falta de ejercicio en esos días.
Como ayer había tertulia literaria sobre una novela de Mercedes Salisachs (“El último laberinto”) esa ha sido la novela que ha centrado mis lecturas. Dijeron ayer, en la tertulia, quienes conocían la obra de la Salisachs que tuvo una época interesante, buena, importante en la literatura de este país. Así lo comunico. Y que si alguien quiere, que lea “La gangrena”. Pero del laberinto éste podéis pasar olímpicamente.
Y mientras tanto seguimos pendientes de las decisiones de Rajoy y su equipo económico, de las de López y el suyo y de las de Bilbao y el suyo. A mí ya no me afectan directamente las de la patronal (salvo en un 15%). Es como para estar preocupados. Muy preocupados.
Procuraré dulcificaros el fin de semana con alguna foto de los cisnes.
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