domingo, 18 de diciembre de 2011

Privada o pública ¿= rica o pobre?


He seguido esta semana en la prensa la discusión entre Kristau Eskola (la patronal de los centros religiosos de educación privada) y la Administración por la financiación económica de las dos redes mayoritarias en la educación obligatoria en Euskadi. Nada nuevo, creo, se ha dicho.
El caso es que me parece absolutamente correcto el argumento de Isabel Celáa cuando dice que la educación primordial es la pública y que si su financiación es más elevada se debe  a sus características, características necesarias para que la educación sea obligatoria, gratuita y universal.
También tenía toda la razón al decir que en la realidad de este país caben situaciones sociológicas muy desiguales y ello conlleva que no se pueda dar una financiación homogénea para todo tipo de educación pública. No es lo mismo una ciudad grande que un pueblo pequeño, está el respeto a la pluralidad lingüística, las necesidades de los inmigrantes, muy distintas entre árabes y latinos, las procedencias familiares, las necesidades especiales,… etc.
Pero luego comete –en la práctica- el mismo error conceptual que había cometido Kristau Eskola: hacer de la privada una realidad homogénea.
Y aquí es donde surge mi rebelión. Yo conozco, he vivido, he construido y he trabajado en una escuela privada que se le parece mucho más a la que justifica la discriminación económica de Isabel Celáa que a la que ella parece referirse cuando habla de los centros privados.
Y ese tipo de escuela –para seguir con la lógica de su propio discurso- sólo debería tener dos posibles soluciones: o no existir (por las razones que sean, que lleven a la Administración a negar su interés social) o existir con la misma discriminación económica que se pide y se practica con la pública.
Mientras no sea así, espero que todos entendáis que mi solidaridad no se orienta hacia Kristau Eskola, sino hacia el personal que debe trabajar en condiciones más precarias, con menos sueldo, más horas lectivas, ninguna seguridad laboral, peores equipamientos pedagógicos, … de lo que sería razonable en el discurso de Administración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario