A veces a uno se le inflan los
bolígrafos y tiene que descargar tinta. Y entonces es cuando descubre-recuerda
que aún no ha cerrado su blog (cosa que viene dejando para mañana desde hace un
tiempo) y que ¿hay algo mejor que un blog para largar de forma incontenida (la
famosa incontinencia verbal), irresponsable y absolutamente inocua? Bueno, sí.
Existen el diario de sesiones de algún lugar sagrado, la entrevista en los
pasillos de esos lugares, las tribunas que ya se preparan,… Pero todo ello está
fuera del alcance del bolígrafo inflado.
O sea: viene la portavoz del PP en la
Diputación Permanente del Congreso (pocos lugares tan sagrados) y dice que va a
votar que no a la ampliación de los permisos de paternidad porque ellos están
de acuerdo con que los ciudadanos los tengan, pero debe ser su máximo dirigente
quien los conceda después del 28A.
Es decir: mire, usted yo pienso así,
pero voy a votar que no porque he descubierto que estoy de acuerdo con ud. y
ud. no me gusta.
Y esto podría haber ocurrido con
cualquier otro portavoz de cualquier otro grupo en cualquier otro asunto.
¡Chiquillos! Es el comportamiento típico de un adolescente: dime lo que te
parece a ti para hacer lo contrario.
Y digo yo: para chiquillos nosotros
que permitimos que sigan en puestos de decisión cuando lo lógico sería que les
diésemos un par de guantazos (figurados, literarios… es una metáfora, hombre).
Y les pagamos. Muy bien,
A propósito del asunto ese de las
tomas de decisiones, recuerdo que hace un par de días estuve en un grupo de
viejos que se quejaba porque nos han retirado de los lugares de decisión,
porque “ya no pintamos nada”. Los viejos.
Pregunté entonces y pregunto hoy. Y
no busco la respuesta porque me parece muy sencilla y ya en este lugar “irresponsable”
(que es mi blog) no necesito hacer investigaciones profundas y correctas. Pregunté:
¿cuál es la edad media de los 5 hombres y mujeres más ricos de España?, ¿de los
banqueros?, ¿de los presidentes de compañías
del IBEX?, ¿de los directores de los grandes medios de comunicación?, ¿de los
obispos?, ¿de los generales?, … Quizás en cualquiera de esos grupos yo no
estaría “fuera de edad”. (En todo lo demás estoy fuera)
Pero es que con los viejos nos está
pasando como con cualquier otro colectivo discriminado que se precie de tener
que reivindicar sus derechos. Ya no hay mujeres “malas”, ni homosexuales (trans…)
“malos”, ni negros “malos”, ni gitanos “malos”, ni… Pertenecer a un colectivo
discriminado quita más culpas que el bautismo.
Que nadie sospeche que en las
entrañas de mi bolígrafo hay la menor duda de que todas esas discriminaciones
están ahí. Pero hay “malos” que son mujeres, que son homosexuales, que son
negros, que son gitanos, que son emigrantes,.. que son viejos.
Que el 28A no nos pille
desprevenidos.
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