No es muy propio de mí recomendar una novela antes de
haber terminado de leerla. No me parece nada ortodoxo. Menos aún si se trata de
un best-seller. Pero, por una vez, dadas las primeras alegrías del verano y mi
absoluto menosprecio por las ortodoxias, lo voy a hacer.
Estoy leyendo “Perdida” y me parece una de esas
novelas “perfectas para el verano”. ágil, ligera, (quizás sean sinónimos,
quizás no), bien escrita, “larguita”, suave (si uno no quiere complicar su
facultad de pensar críticamente, porque, si quiere, hay materia también), de
suspense, con muchos personajes-escenarios de esos que uno puede disfrutar un
rato y olvidarlos en el conjunto, porque no eran estrictamente necesarios,… Y
además es una novela “inteligente”, perspicaz, que podría reunir un buen número
de los elementos que hacen buena una novela negra.
Bueno, ya he dicho que voy por la mitad
aproximadamente. El caso es que algunos de vosotros estará pensando en qué
novela meter en su equipaje para este verano. Esta puede ser una (si leéis más,
las siguientes buscáis información).
Un día tengo que escribir algo sobre las múltiples
formas de leer una novela. Lo digo porque ésta ha perdido para mí una parte del
suspense. Desconfiaba tanto de ella que antes de empezar (500 páginas, Dios mío!)
me metí a investigar y uno de esos blogs de “listillos sin alma” me dio la
clave de una buna parte del suspense. La culpa fue mía, por leer sin saber
dónde. Ahora bien, eso ha hecho que esté explotando un ángulo de lectura
diferente que resulta sumamente interesante: ¿cómo entiende una joven autora
(en definitiva una mujer) el comportamiento, la forma de pensar y sentir de un
hombre? El hecho de que buena parte de la novela esté escrita desde un
protagonista masculino que la cuenta en primera persona, permite esta forma de
lectura. De veras que merece la pena.
Yo la he encontrado en esta dirección:
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