El tiempo del verano es
diferente, aunque uno esté jubilado el resto del año. Y el hecho de no tener
internet en casa a mano, dificulta aún más la alimentación del blog.
Este parece un tiempo de
tuits. Y cuanto más se deja, más cuesta acordarse de que uno tiene un blog
(algunos lo sabéis muy bien, porque hay blogs que… mejor callarse). Entonces
queda el recurso a mandar un par de fotos, un relatillo que uno tenía por ahí
sin enseñar,… o el de, realmente, tuitear desde el blog. Así que ahí van unos
pocos de mensajes que voy acumulando en mi cuaderno, sí en ese sitio que se
escribe con boli y papel.
El pasado día 22 nacieron más de
350.000 niños. Sólo uno de ellos puede llegar a ser rey. Quizás no me
parecería demasiado injusto si no se supiera ya desde ahora a quién de ellos le
puede tocar.
Resulta refrescante
en pleno verano, cuando una señora, entrada ya en los 50, aprovecha el
revoloteo de su ligero vestido, provocado por una ráfaga de aire, para limpiar
los cristales de sus gafas, en medio de la calle, mientras saluda a su vecino.
“El tranquilo
verano de Iñaki: el duque de Palma ha ganado peso, está más relajado y busca
destino de vacaciones” (titular en El Correo). ¿Habrá empezado ya el tan temido
“olvido” judicial y ciudadano? ¿Será éste el principio del “aquí no ha pasado
nada”.
Francisco, ESTE Francisco, no llega a la próxima primavera: se admiten apuestas
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