Aquí, en el enlace de arriba (que sigo sin saber cómo se hace) hay que firmar para pedir la dimisión de Félix de Azúa.
Aunque
esté todo dicho, aunque no queden ya palabras para hablar de algunos temas tan
trillados, no dejo de hacerme una pregunta: ¿cómo es posible que con mi dinero
le estén pagando un sueldo a semejante energúmeno disfrazado de hombre culto?.
¿Cómo es posible que con mi dinero le vayan a pagar una pensión?
Menos
mal que a mí, aparte de lo que a mis impuestos les toca, ni me ha sacado ni me va a sacar un céntimo de derechos de autor.
Menos mal que ni le he leído ni lo haré nunca. Que bastante tengo con sus
patochadas.
Y
aún más. ¿Es sensato pedir su dimisión?. ¿No habría que pedir a quien
corresponda que lo destituyan, lo cesen de empleo y sueldo y lo pongan de
patitas en la calle con un cartel y unas orejas de burro? (pobres burros).
Qué
mal servicio a la literatura y a la lengua en general el que “señores” como
éste sean los que limpian y dan brillo al español.
Firmado
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