(ESCRITO AYER, SABADO)
La
noticia del día es que ha muerto Mandela. Yo no conozco más allá de cuatro
cosas que todo el mundo sabe de él: la lucha por los derechos de los negros, la
cárcel, su pacifismo, su elección como
presidente de Sudáfrica. Y debo confesar que me parecía un tipo interesante,
cuya muerte hemos de lamentar.
Desde
mi ignorancia y mi pequeño bagaje de conocimientos sobre él, he leído la prensa
de hoy, prestando a los comentarios que sobre él aparecían un poco más de
atención de la que suelo prestar en estos casos. Todos los comentarios eran
apabullantemente laudatorios. Os
trascribo algunos en el mismo orden en que los voy leyendo:
“Los tres […] guardaron un minuto de
silencio, […] con el puño izquierdo en alto, en memoria de Nelson Mandela,
iniciativa secundada por la defensa y el numeroso público presente en la sala”.
“Hablar de Nelson Mandela, valorar su
trascendencia y legado, no se hace fácil. Frente a personas como él, los
adjetivos siempre se quedan cortos y no hay sustantivos suficientes”
“La vida de Nelson Mandela ha sido un ejemplo
de tenacidad en la lucha por el ideal de una sociedad libre de personas libres”
“Ayer entró un gigante en la Historia. Cuando
en tantas ocasiones parecemos huérfanos de referentes, repasar la biografía de
Nelson Mandela una fuente de inspiración por el poderoso mensaje de su ejemplo.
Ha sido una personalidad irrepetible que ha encarnado la fuerza de la
persuasión de unas convicciones firmes hermanadas por el compromiso sereno a
favor de sus conciudadanos.”
“Su vida ha sido un ejemplo de integridad y
grandeza puestas al servicio de los demás”.
Y todo
esto empieza a sonarme raro, a mosquearme, a olerme a cuerno quemado. Porque
veréis: en la primera frase falta decir que son tres “etarras” los que guardan
silencio, la segunda cita está escrita por Patxi López, la tercera es de Iñigo
Urkullu. Les siguen Rajoy, y Juan Carlos. Y tenía más: una del papa, otra de
Obama, otra de Merkel,… Y, si me pongo a buscar, encontraré algo de los grandes
banqueros, el presidente de la patronal,… Y todos en el mismo tono laudatorio.
Y, digo
yo, si Mandela fue un luchador, ¿en qué lado estuvo? Porque no se puede luchar
a la vez en los dos lados y luchar pide, por pura definición, dos o más bandos.
¿Qué pasa aquí? ¿No fue quien nos dicen? O, ¿nos lo quieren quitar?
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