Miscelánea, creo,
significa mezcolanza. Así que ahí van unas cuantas cosillas unidas sin demasiado
orden.
Comencemos por el
basket; quizás mejor, por el Bilbao Basket. Ojalá a final de temporada tenga
que desdecirme, pero a día de hoy, me parece que los hinchas os (nos) espera un
año durito. Llevan sólo tres partidos de ACB, los tres perdidos, y las formas
de perderlos no invitan a demasiados sueños. ¿De nuevo se han equivocado de míster?
Éste no va por buen camino: las viejas glorias sólo pueden estar ahí para
ayudar al parto de un equipo mucho más joven y competitivo y, de momento, no
dejan jugar. Sus altas valoraciones no significan nada a nivel de equipo.
Pero, lo que es
peor: los aficionados vamos a convivir con un equipo, otro más, cuya filosofía
es la de que gana aquel equipo a quien le meten un punto menos, no el que mete
uno más.
Esta semana pasada
ha habido dos pensamientos que no han hecho más que darme vueltas por la
cabeza: uno de ellos se centraba en la de huecos de ignorancia que no han
cubierto (no cubren) tantos años de escuela (como alumno, no como profe):
¿cuándo se cogen las calabazas? – hay quien dice que cuando se seca “el rabo”,
pero, ¿cuál de ellos? -; ¿qué setas son comestibles? Ya entiendo que éstas son
preguntas de jubileta, pero ¿por qué las enseñanzas de la escuela no llegan
hasta la “edad de oro”. Fijaros: “oro” es cuando se tiene tanto tiempo que el
problema está en las calabazas (no metafóricas) y en la búsqueda de hongos.
El otro pensamiento
venía motivado por las movilizaciones en la “privada-concertada”. Está casi
todo dicho. Lo que quiero que tengáis bien claro, muy claro, que eso de que “cuando
el PP deje el gobierno, lo primero que haremos será derogar esta ley (de
educación)” es una pose. No lo harán. Harán lo que les de la gana. Y,
posiblemente, tratarán de aprovecharse de lo peor de esta (y de las anteriores)
ley. Porque el asunto de las calabazas y de las setas sería capaz de cambiar el
estilo de ciudadano a construir entre todos. Y eso no pasa por el partido.
Nunca ha pasado por el partido, por ningún partido.
Acabando, con el
fin de esta semana empieza otra. Tan corta como la anterior, pero plagada de
cumpleaños: mi hermana, mi sobrina, una amiga que sigue mi blog,… y el profe de
informática. No os olvidéis de él porque parte de la culpa de que podáis leer
esta entrada la tiene él.
Para aprovechar el
tema, la semana siguiente será el momento de uno de los pocos profes que
conozco que se dedican a lo de las calabazas en un centro escolar y dentro de
su horario escolar.
De urgencia porque el resto exige algo más de reflexión:
ResponderEliminarEl colegio poco me enseño.....si es por esos libros nunca aprendo a:
Coger el cielo con las manos
a Reír y a llorar lo que te canto
a Coser mi alma rota
a Perder el miedo a quedar como un idiota
y a empezar la casa por el tejado
a poder dormir cuando tú no estás a mi lado
menos mal que fui un poco granuja
todo lo que se me lo enseñó una bruja
El colegio poco me enseñó....
si es por el maestro nunca aprendo a:
coger el cielo con las manos....