Mañana a esta hora en
Bilbao. Se acaban las “vacaciones” en Andalucía. Muchas, muchas impresiones
acumuladas. Esta podría ser una pequeña y desordenada lista:
- Se vive muy bien lejos
de las preocupaciones diarias, aunque haya otras. Y se descansa de ellas.
- La Costa del Sol debe
ser un hervidero en verano. Del mar a la montaña hay muy poca distancia, muy
poco terreno; cualquier espacio susceptible de ello parece haber sufrido los
efectos de la construcción, en vertical para que quepan muchos, muchísimos o en
horizontal para que unos poquitos lo disfruten sin apenas testigos.
- Enseguida se ve que no
todas construcciones son iguales. Eso de que hay clases es mucha verdad. Y están
las que no se ven, las que sólo se intuyen porque están bien escondidas.
- Esto ha tenido que ser
el paraíso del ladrillo, de la especulación, de la corrupción. Sin duda.
- Parece que estemos en
una moderna torre de Babel: ingleses, franceses, balcánicos, nórdicos
(sorprendentemente un gran número de finlandeses), japoneses,…
- Algunos vagabundos,
gente del lugar trabajando u ociando (algunos, supongo, de forma obligatoria),
turistas más o menos “puestos”, y siempre el sol y siempre el mar,… aunque
todavía frío.
Ayer por la tarde en Ronda |
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