Oído esta mañana en Santoña: “No
haces más que pedir. Parece que te ha hecho la boca un fraile”.
Yo no conocía esta expresión. Quizás
alguno de vosotros sí.
He recordado de cuando estudiaba
que en las frases hechas expresamos, justificamos y trasmitimos nuestro universo
simbólico (algo así – por simplificar – como el conjunto de lo que vemos,
sabemos, creemos y valoramos.
Y, enseguida, la primera lección:
aunque nos parezca mentira no siempre el que escucha entiende lo que decimos. Por
muy simple y evidente que nos parezca lo dicho.
Así que la niña le ha preguntado a
su madre:
- Y, ¿qué es un fraile?
La madre ha continuado con la lección
magistral a la que yo asistía sin ser invitado y ha mostrado (segunda lección)
que no somos capaces de conocer nada si no es en referencia a algo previamente
conocido. Por ello, le ha contestado:
- Algo así como una monja, pero
en chico.
Todo esto ocurría enfrente de la
salida de una escuela, a mediodía, cuando los niños dejan el cole para ir a
comer. Seguro que era un colegio de monjas.
Ah!. Por cierto que algunos niños
seguían berreando a la salida. Esta vez, me ha parecido entender, reclamando el
premio al que se habían hecho acreedores durante toda la mañana.
En lo que sigue mi blog no se
suele meter, pero que sepáis que el próximo lunes, 1 de octubre es el cumple de
Koldo. A ver cómo machacáis esas orejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario