“La palabra se hizo carne”, de Donna Leon
El nuevo caso del inspector Brunetti nos introduce en el
mundo de la industria alimenticia, en concreto en el matadero de Preganziol,
que proporciona carne a la ciudad de Venecia. La codicia de veterinarios
corruptos pone en peligro la salud de los venecianos. Pero no todo el mundo
está dispuesto a cambiar su honestidad profesional por dinero.
Última, por ahora aventura de
Brunetti, el detective creado por D. Leon
La novela llega en la página 195
allí donde el lector menos avezado ha llegado ya para la 30. No importa. Como
todas las de D. Leon se lee muy bien. Se trata de una novela negra “ligth”, sencilla
(a veces peca, incluso, de simple), amena, agradable, con un grupo de
personajes, en torno a la figura del detective, construidos a lo largo ya de
una veintena de episodios y que resultan personajes “enteros”, humanos, no de
cartón piedra.
Esta vez los hijos de B. están
menos presentes. Pero es lo que ocurre en la vida misma: los hijos a medida que
van creciendo, van volando a otros nidos.
Echo de menos referencias más
directas a la actualidad más inmediata de Italia, a lo que allí se esté
sufriendo la presente crisis. (habrá que acudir a Camilleri, a ver qué trae,
pero no escuchéis los cantos de sirena de “Por la boca muere el pez”). Alguna
referencia sí que hay, quizás aquellas que transfieren lo más inmediato para
buscar lo más permanente y repetido en cada día: lo determinante de la
actualidad más banal.
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