jueves, 30 de abril de 2015

El balcón en invierno

Pensaba empezar esta entrada con una frase tópica: “cuando uno se va haciendo mayor….” Pero, no. Esta vez me resisto al tópico. Uno se va haciendo mayor, es decir de más edad, en cuanto nace y comienza a vivir. Y uno, éste uno que soy yo, (ya lo he dicho muchas veces) prefiere reconocerse a sí mismo como un viejo y reivindicar la vejez.
Así que, vuelvo al principio. Uno, cuando ha llegado a viejo, tiene la dicha o la desventura de comprobar que, salvo los muertos, los demás también van cambiando, también van siendo otros, sin dejar de ser ellos mismos. Y los momentos de cada uno son bien distintos a lo largo de una vida. y no hay que equivocarse y juzgar como si no existiese el tiempo.
Todos estos líos mentales me venían a la cabeza cuando, hace unos días, con gran resistencia por parte de alguna zona muy profunda de mi amor por la novela negra, dejaba caer, allá por la página 100 la penúltima novela de Donna Leon “Las joyas del Paraíso”.
Me ocurrió con Camilleri (aunque resistí hasta la última página) y me ha ocurrido ahora con D. Leon. Nunca voy a dejar de recomendarlos, pero ya no lo haré como si su obra fuera un todo atemporal y de parecida calidad. Ellos “se han hecho mayores”, en lo peor del tópico. Y a mí me queda la pena de decidir que nunca más los volveré a leer. Quizás vuelva a releer algo de lo primero que escribieron. Pero, lo último…

Después he leído  “El balcón en invierno”, de Luis Landero. Lo he pasado muy bien
De la novela, dice la presentación esto que me parece un buen resumen y una suficiente invitación para quien quiera recogerla:
“Narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura) y una adolescencia en un barrio madrileño.
Divertidísimo caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce nuestro pasado reciente”.
Y en la novela estas dos reflexiones que empalman bien con el comienzo de mi entrada:
“Las cosas han cambiado tanto desde mi infancia que a veces tengo la sensación de haber vivido muchos, muchos años, casi un siglo de historia, o quién sabe si más”

“En cada instante, en cada frase, en cada suspiro, en cada pequeño acontecer, lo trivial y lo misterioso van a partes iguales”

No hay comentarios:

Publicar un comentario