Acabo de terminar de
leer “Ruido de cañerías”, de Luis Gutiérrez Maluenda. No me voy a empeñar en
recomendárosla, aunque se trate de una novela suficientemente interesante como
para perder con ella un par de tardes, sin demasiado quehacer.
Si conocéis a su detective,
Atila, ésta es una más de las novelas de la serie. La tercera, creo, porque en
esta serie llevo mucho retraso (que todo no se puede leer). Es una novela de
esas que sabes que no te va a descubrir nada nuevo, pero te va a resultar
agradable y te va a reconfirmar muchas de las cosas que ya sabes. No le pides
nada más.
Os dejo un par de textos
suyos:
“Si quiere consolarse, piense que todos nosotros, de
una forma o de otra, estamos manipulados, cuando no, usados de la manera más
descarada. Usted es un hombre afortunado, lo he manipulado yo, y lo he hecho
por una causa noble. (el subrayado es mío) Y mire, los actos de un
político, en cualquier circunstancia fuera del ámbito de la política, llevarían
a su responsable a la cárcel, pero estamos hablando de política, mis actos no
sólo no me llevarán a la cárcel, sino que están plenamente justificados y
cualquiera de mis compañeros e incluso de mis rivales, en su fuero interno, los
aplaudirían”
“¿Recuerdas aquellos versos que de pequeños íbamos
cantando por la calle?: Y llegaron los Sarracenos y nos molieron a palos, que
Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos”
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